En segundos, Manuel Collaguazo convierte en picadillo a cientos de miles de rosas de exportación.
Estaban destinadas a los mercados europeo y ruso, pero fueron regresadas del aeropuerto de Quito, debido a la cancelación de los vuelos por causa de la ceniza emanada de un volcán islandés.El hombre, subido en un tractor con la picadora, corta las rosas de la finca Ecoroses, en Machachi. Debían llegar a Ámsterdam, como todos los días, pero son devueltas desde hace una semana. Collaguazo las convierte en abono (bokashi) para las 18 hectáreas de flores de Ecoroses.
Rommel Rosero, gerente administrativo, dice que desde el miércoles pasado se han desperdiciado 100 000 tallos. Ayer, les regresaron 40 cajas, porque el vuelo de LAN se suspendió. No sabían si otras 50 cajas enviadas por la línea Martinair iban a salir.
Collaguazo apenas demoró cinco minutos en picar los tallos. Así terminada su jornada diaria.
Eso están haciendo las demás fincas. No tienen otras opción, expresa Gino Descalzi, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Flores (Expoflores). 60 000 cajas semanales de flores van a Europa. Según Descalzi, el problema es grave, porque el 50% de la producción total se exporta a esos mercados.
En la sala de poscosecha de Ecoroses, se encuentra flores por todos lados. Se parece a una cosecha de San Valentín, pero sin compradores. Los cuartos de prefrío y frío están atiborrados.
Byron Salazar, jefe de Poscosecha, se desespera. “Unos días nos dicen que cortemos y otros no. No sabemos qué mismo hacer. Pero ahora cortamos todo. Cuando se llena mandamos para el abono a las que han cumplido cuatro días y guardamos las recién cortadas”. Todo es incertidumbre, dicen.
Ellos no saben qué más hacer. Lo que está claro es que están perdiendo USD 0,40 por cada tallo, en promedio, y USD 0,03 por el desperdicio en materiales, como cartón, capuchones, ligas y otros.
Ecoroses, con una producción semanal de 240 000 tallos, vende el 60% al Viejo Continente.
Iván Salazar, de Rose & Roses, cuenta que el 50% de su producción se exporta a Europa y Rusia, lo cual equivale a 20 000 tallos diarios. Esa producción no se ha podido vender desde el jueves, cuando sus clientes le notificaron que las agencias de carga suspendieron los despachos. “El 98% de las flores entra por Ámsterdam (Holanda) y las líneas aéreas han parado sus vuelos por la ceniza”.
La flor dura entre 3 y 4 días en los cuartos fríos, pero las ventas están suspendidas desde hace ocho días. “Hemos tenido que hacer compost (abono)”. Para reducir las pérdidas, calculadas por Salazar en USD 50 000 hasta la fecha, se han hecho envíos a EE.UU., donde se paga un 30% menos que en Europa.
Y esta semana están mucho más complicados, porque la mayor parte de las fincas cosecha un 20% más por el Día de la Madre y una parte considerable se va a Europa. Los cortes empezaron esta semana y seguirán la siguiente.
No pueden vender a las floristerías, porque están saturadas. Descalzi asegura que los ecuatorianos apenas consumen el 1% de la producción nacional.