Pasajeros en las oficinas de Tame en el Aeropuerto Mariscal La Mar de Cuenca tratando de encontrar formas de desplazarse a otras ciudades del país por el cierre de la terminal aérea. Foto: Giovanni Astudillo / EL COMERCIO
El aeropuerto Mariscal La Mar de Cuenca paraliza sus operaciones durante un mes, a partir de las 22:00 de este viernes 19 de agosto del 2016. Por ello, ayer (18 de agosto) hubo afluencia de pasajeros que buscaban reservar un boleto en las oficinas de la Alianza de Transporte del Austro para viajar por tierra desde el viernes hacia Quito o Guayaquil.
Sus 20 microbuses son parte del plan de contingencia que ejecuta la Corporación Aeroportuaria de Cuenca (Corpac) para servir a los usuarios durante los 30 días que durará el recapeo de la pista. Pero en la alianza, que tiene su local en la terminal aérea, no se adelantó la venta de boletos.
Según Claudia Arango, encargada de la oficina de la Alianza, no se puede vender los boletos porque están legalizando los permisos de operación de los microbuses. “En la Empresa de Movilidad y la Agencia Nacional de Tránsito dijeron que hasta hoy estarán listos”.
El horario de los turnos está listo. A Quito saldrá solo a las 21:00 de cada día y el pasaje costará USD 21. En cambio, a Guayaquil saldrá cada dos horas durante el día o de acuerdo con la demanda de clientes y costará USD 12,50. En ambos casos saldrán desde el aeropuerto cuencano.
Nancy y Graciela Guamán, de 28 años, fueron parte de los más de 30 pasajeros que solicitaron información en la oficina de la Alianza. Ellas tenían previsto volar a Quito, a las 20:15 del viernes en Tame y luego desplazarse a EE.UU. Ellas analizaban qué hacer porque en Tame les ofrecieron volar en la ruta Guayaquil–Quito, sin recargos, pero debían viajar por tierra al aeropuerto guayaquileño.
Otra opción es ir en buseta a Quito y pedir la devolución del dinero del boleto en Tame. Hoy se firmará el contrato entre la Corpac y la constructora Hidalgo-Hidalgo por USD 718 594 para ejecutar el recapeo. Otros USD 54 000 se destinarán a la fiscalización.
Con esta obra se busca que la Dirección General de Aviación Civil levante la restricción que pesa sobre la pista cuando está mojada. 148 vuelos se han suspendido en Cuenca desde que se registró el incidente con el Embraer 190 de la aerolínea Tame, el pasado 28 de abril.