No es el mismo, no solo por la madurez que le otorgan sus 44 años, sino por el giro que tuvo su vida y su profesión. La canción Sueña es un ejemplo de ello.]
¿Por qué después del éxito en EE.UU., no aprovechaste y te posicionaste en Latinoamérica, tal como lo han hecho otros?
Mantenerse en el mercado no es algo tan fácil. Soy ejecutivo de una disquera y no puedo estar 100% como artista. En la actualidad, para mí la música cristiana es mi ministerio. No lo hago por fama, sino por alcanzar a la gente que quiera escuchar ese tipo música. Trataré de sostenerme ahí.
Si tuvieras la oportunidad de actuar en un largometraje en Ecuador, ¿aceptarías hacerlo?
Claro que sí lo aceptaría. Depende del proyecto, me encantaría que sea algo donde pueda enseñar a nuevos talentos. Como actor, uno puede estar vigente hasta los 80 años. Por eso, estoy abierto a proyectos, tengo algunos. Me han propuesto telenovelas, pero yo quiero algo con más contenido, con más mensaje.
¿Qué mensaje les das a los jóvenes ecuatorianos en todo el mundo?
Como artista, el mensaje que doy a las nuevas generaciones es que si una persona tiene talento no hay que darse por vencido. Y si se cree en Dios, y ve que él le está llevando a donde le está llevando, hay que tener fe. Por más puertas que se cierren hay que ser consistente.