La construcción del túnel y paradas del Metro de Quito tiene luz verde. Luego de conocer que las cuatro propuestas presentadas para la ejecución de esta obra cumplieron con los requisitos técnicos, el alcalde Mauricio Rodas anunció que el Municipio asumirá la brecha financiera que demanda poner en marcha este sistema de transporte masivo.
La decisión de continuar con este proyecto, que estaba en ‘stand by’ por falta de recursos económicos, se la tomó después de que los organismos multilaterales, que financiarán una parte de la obra, remitieran, el pasado 30 de enero, el informe de no objeción a las ofertas económicas. Esto viabiliza la continuidad del proceso.
En esta etapa, el Municipio podría adjudicar la obra a la propuesta más baja: Odebrecht-Acciona. Pero antes se hará una negociación con el oferente para reducir costos.
Las empresas calificadas para ejecutar esta obra (túnel y paradas) plantearon, en julio pasado, costos que oscilaban entre los USD 1 587 millones y 1 949 millones. Estos son superiores al costo referencial de todo el proyecto 1 500 millones. Por esta razón Rodas señaló que se acordará con el consorcio Odebrecht-Acciona para reducir la brecha financiera que supera los 490 millones.
En este proceso de negociación participará la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito. Una vez que se tenga resultados los recursos económicos adicionales que demande la obra serán asumidos por el Municipio de Quito.
Para lograr esto, la opción será asumir nuevos créditos con los organismos multilaterales: Corporación Andina de Fomento, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Europeo de Inversiones y Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. El Cabildo no demandará del Gobierno Nacional recursos extras a los comprometidos en el Decreto 750, es decir al menos 50% del costo inicial del Metro (USD 750 millones). Tomando como referencia el precio real que tendría este proyecto (más de 1 500 millones) el Alcalde precisó que el aporte del Estado sería menor al establecido.
A pesar de esto, el apoyo del Gobierno Central sigue siendo fundamental para construir este sistema de transporte. Para asumir un nuevo financiamiento, el Municipio requiere el aval financiero del Estado. “La emisión de estas garantías no implican el desembolso de un solo centavo adicional. Es un documento lo que se requiere”, dijo Rodas.
Con este escenario, las propuestas recomendadas para conseguir más dinero para el Metro: venta de acciones, bienes poco productivos o reformar el trazado del proyecto… ya no se consolidarían. El Municipio estaría en capacidad de asumir nuevos créditos.
Incluida la ejecución del Metro la capacidad de endeudamiento del Cabildo llegaría al 180%, quedaría disponible un 20%. Esto representa alrededor de USD 400 millones, explicó Jorge Albán, concejal del bloque Alianza País.
Para asumir una nueva deuda se necesitará también la aprobación del Concejo. Albán, quien se mostró satisfecho con la decisión del Burgomaestre, dijo que apoyará esta decisión. A la vez sugirió optimizar los costos haciendo ajustes al proyecto.
Entre las mejoras estarían reducir los tamaños de las estaciones, asignar la construcción de las subestaciones eléctricas y mecanismo del sistema integrado de recaudo a empresas municipales. Así se podría ahorrar entre USD 110 millones y 140 millones.
Por su parte, Antonio Ricaurte, concejal de SUMA-Vive, aún mostró preocupación. Expresó que la adjudicación de la obra a Odebrecht era un “secreto a voces desde hace cinco años”. Además, consideró que a pesar de las rebajas, el precio final del Metro superaría los USD 3 000 millones.
En ciudades de la región (Santiago, Bogotá, Panamá, Fortaleza) el valor promedio del kilómetro de Metro construido es de 130 millones. En Quito sería menor: alrededor de 68 millones.
La reacción de Barrera
La no objeción de las ofertas, por parte de los organismos multilaterales, representó para el exalcalde de Quito, Augusto Barrera, la validación de lo que se realizó en su administración municipal.
Sin embargo, recordó que se han perdido 10 meses en el cronograma, con la prórroga de plazos y que se han tomado decisiones inadecuadas como la extensión del período constructivo, “pese a esos elementos que son los que encarecen la propuesta, creo que es un hecho positivo para la ciudad tener la no objeción y, el pronunciamiento del Alcalde”.
El exfuncionario señaló que está seguro de que se dirá que el componente más importante que se elevó es el de costos indirectos. Indicó que ahora que terminó la cláusula de confidencialidad se pueden hacer públicos estos detalles.
Para este proceso de negociación y adjudicación de la obra no hay plazos establecidos. Sin embargo, una vez que concluyan empezará la construcción del túnel subterráneo que cruzará la urbe desde Quitumbe a El Labrador.
Actualmente, la primera fase que corresponde a las estaciones multimodales de La Magdalena y El Labrador están en la última etapa. En estos sitios ya se cuenta con una parte de la obra subterránea.
Mauricio Rodas detalla el proceso de negociación del Metro
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