La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, lamentó “profundamente” la ejecución del mexicano Ramiro Hernández el miércoles en el estado de Texas (centro-sur de Estados Unidos).
“La Unión Europea (UE) pidió la conmutación de su sentencia dadas las preocupaciones sobre la competencia mental (de Hernández) cuando cometió el crimen”, indicó Ashton citada en un comunicado en el que expresa que “lamenta profundamente (…) la ejecución”.
“Reconozco la seria naturaleza de los crímenes (…) sin embargo la UE se opone al uso de la pena capital en cualquier caso y bajo toda circunstancia”, agrega subrayando su “convicción de que la pena de muerte es cruel, inhumana e irreversible y que su abolición es esencial para proteger la dignidad humana”.
Hernández, quien había sido condenado a la pena capital en el 2000 por asesinato, fue ejecutado el miércoles con una inyección letal en una prisión del estado de Texas y declarado muerto a las 18:28 hora local (23:28 GMT).
Ramiro Hernández es el cuarto mexicano ejecutado en Estados Unidos a pesar de una sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que hace una década pidió la revisión de 51 casos por violación de los derechos consulares de los condenados.
Se trata de un caso similar al del también mexicano Edgar Tamayo Arias, ejecutado el 23 de enero en Texas en medio de tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y México.
En el caso de Tamayo, el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, llegó a enviar una carta al gobernador de Texas para pedirle una suspensión de la ejecución, recordándole las obligaciones internacionales de Estados Unidos en relación a la Convención de Viena.
La decisión del gobierno de Texas de ignorar los compromisos internacionales firmados por Washington en relación con la Convención de Viena y el Caso Avena ya motivó reacciones diplomáticas.