Ayer, 23 de febrero, decenas de personas preguntaban dónde está ubicado el exclusivo edificio de condominios Miramar, en Mazatlán. Y cuando lo encontraban, empezaban a sacarse fotos frente a su entrada.
El lujoso inmueble alcanzó gran notoriedad durante el fin de semana por ser el lugar donde, tras 13 años de intentos infructuosos, las autoridades mexicanas capturaron a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. El jefe del cartel de Sinaloa era considerado hasta el sábado el narcotraficante más buscado del mundo y en muchas ocasiones se lo señaló como el sucesor del colombiano Pablo Escobar.
Luego de la sorpresa por la noticia, además de conocerse detalles como que Guzmán usó el lunes pasado un teléfono satelital que permitió rastrearlo, y que no podía creer que los agentes hubieran llegado hasta él, empezaron las interrogantes. Diario español El Mundo resumió en uno de sus titulares una de las principales: ‘Y después de ‘El Chapo’, ¿qué?’.
La recaptura de Guzmán (que había sido detenido en Guatemala en 1993 pero escapó de la cárcel en el 2001) es una victoria para el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto pero su arresto puede desatar una nueva ola de violencia por las peleas de sus rivales para tomar su terreno, según opinan expertos. “Va a haber un enorme vacío con esta captura”, dijo Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales en la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés). “Hay una gran posibilidad que esto aumente la violencia en México”, agregó.
Una línea de sucesión
Otros especialistas en seguridad vislumbran distintos escenarios. En la perspectiva menos sangrienta, el principal socio de Guzmán, el histórico capo Ismael ‘El Mayo’ Zambada, de 66 años, tomaría las riendas, mantendría la estructura y los millonarios negocios del cartel de Sinaloa.
Pero una lucha interna podría golpear al cartel si un subalterno ambicioso decide luchar para hacer camino a la cima. “Estamos esperando que surja violencia entre los chicos de ‘El Chapo’ y los de ‘El Mayo’, la nueva generación tratando de tomar el control del cartel”, indicó un oficial de seguridad de Estados Unidos.
Bandas rivales también podrían oler la sangre y tratar de incursionar en territorio sinaloense, prendiendo la chispa en la guerra por el control de plazas que ha dejado más de 80 000 muertos en México los últimos siete años.
Pero el cartel de Sinaloa podría fácilmente reponerse de esta tormenta porque es una organización criminal masiva, estructurada como un conglomerado que puede operar a pesar de la ausencia de su director general, creen otros analistas.
“El cartel más importante continúa siendo el de Sinaloa, los otros son mucho más pequeños”, sentencia Samuel González, exfiscal antidrogas de México.
Ayer se conoció que Estados Unidos pedirá la extradición de ‘El Chapo’, según anunció el portavoz de la Fiscalía de Nueva York, Bob Nardoza, a la cadena de noticias CNN. Las autoridades están preparando una solicitud de extradición, señaló Nardoza. Tanto en Nueva York como en otros estados Guzmán enfrenta múltiples acusaciones por narcotráfico.
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