Supuesto secuestro masivo en México

El Salvador y Honduras pidieron ayer a México investigar el supuesto secuestro de unos 50 inmigrantes centroamericanos en el estado de Oaxaca, en el sur del país, a manos de un grupo armado, pero el Gobierno respondió que la denuncia no tiene sustento.

La Cancillería salvadoreña dijo que, según testigos, los secuestradores habrían obstruido con troncos y piedras las vías del tren en el que viajaban los inmigrantes, obligando a la locomotora a detenerse, haciendo posible que se llevaran a medio centenar de personas con ellos.

Los hechos habrían ocurrido cerca de la medianoche del 16 de diciembre en la localidad de Chahuites, según la Cancillería salvadoreña. “Ante esta grave situación, el Ministerio de Relaciones Exteriores exige al Gobierno de México que investigue para dar lo antes posible con el paradero de las personas que fueron secuestradas y deducir responsabilidades que impidan que este tipo de delitos se repitan”, dijo en un comunicado.

Honduras también pidió al Gobierno mexicano información sobre el supuesto secuestro, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Alden Rivera.

No estaba claro de qué países de Centroamérica eran los inmigrantes.

El Instituto Nacional de Migración (INM) de México respondió que no existe evidencia de que el tren de carga haya sido obstaculizado por algún grupo antes de un operativo que efectuaron agentes migratorios mexicanos en el que fueron detenidos 92 indocumentados.

“Al consultar con autoridades locales y federales, así como a la compañía ferroviaria, no se encontraron antecedentes que confirmen las versiones señaladas por la representación salvadoreña y tampoco existen denuncias ante autoridades mexicanas”, expresó el INM en un comunicado.

Innumerables inmigrantes latinoamericanos viajan alrededor de 3 000 kilómetros a través de México para tratar de encontrar trabajo en Estados Unidos, sea por automóvil, en camión o a pie, algunos aferrados a la parte superior de los trenes de carga o escondidos en compartimientos secretos construidos en camiones de carga.

En agosto, autoridades mexicanas hallaron en un rancho de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, 72 cadáveres de inmigrantes centroamericanos y sudamericanos que fueron asesinados por narcotraficantes ante su negativa a sumarse a sus actividades criminales. Algunos migrantes pagan hasta USD 10 000 a los traficantes que prometen pasarlos a Estados Unidos.

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