Redacción Siete Días y Agencias
Según cálculos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) el Mundial de Sudáfrica superará los 1, 62 millones de to-neladas en emisión de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, los organizadores intentan compensar el impacto en el medioambiente, a través de programas de reciclaje y el uso de energía solar.
Las emisiones de gases de efecto invernadero serán ocho veces mayores a las generadas en Alemania 2006.
Para atenuar estos efectos negativos, unieron sus fuerzas el país anfitrión del Mundial, las Naciones Unidas, el Pnuma, la FIFA y el Grupo de Facilidad Ambiental. Entre las iniciativas está el programa del Comité Organizador del Mundial llamado Green Goal, cuyo objetivo es evitar o reducir al máximo las consecuencias negativas que genera el evento.
El proyecto, elaborado en el 2006 y aplicado en el Mundial de Alemania, establece medidas en consumo de agua, consumo de energía, desechos, transporte y la compensación de emisiones de CO2. La medida fomenta el uso del transporte público, ahorro de energía y agua y el uso de electricidad renovable y ecológica.
Con el fin de evitar la generación de residuos, se emplean envases reutilizables y reciclables para los alimentos distribuidos en el estadio. Además, hay separación de residuos en las zonas públicas y se utiliza agua de lluvia para el suministro de los estadios.
Recientemente se han realizado inversiones encaminadas a mejorar el sistema de transporte y construir numerosos carriles para ciclistas y peatones. Asimismo, hace un tiempo se fundó la empresa Green Cab Company, un servicio de taxis ecológicos que hace uso de una flota de automóviles propulsados por GLP (gas licuado de petróleo) para transportar a los visitantes por la ciudad.
Otra iniciativa es el Green Passport, que ayuda a los visitantes a que su estancia y su conducta sea más ecológica. El 50% de los visitantes alojados en Ciudad del Cabo se desplaza en transporte público a los estadios.
Otros proyectos incluyen la ampliación de la red de transporte público y la mejora de los servicios de autobuses urbanos.
El proyecto ha ayudado a seis de las ciudades anfitrionas (Pretoria, Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Polokwane, Rustenburg y Nelson Mandela Metropolitan Municipality).
Yolanda Kakabadse, ambientalista que preside el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cree que estas medidas son fantásticas pues se inauguran con el evento pero quedan para la ciudad; se queda instalada la idea en la población. “Creo que es importante que se lo considere un plan piloto porque no ha sido implementado en todo el país. Pero ya es importante que se haya llevado a cabo para crear conciencia, para crear cultura. Es solamente el principio pero abren la punta de lanza para un cambio cultural”.
Roque Sevilla, fundador de Fundación Natura, dice que lo importante no es lo que se logre en el Mundial, “lo importante es que las medidas sean nuevos estándares y que la población se muestre y dé ejemplo de la no generación de basura o el uso de alternativas de energía”.