El secuestro de otras ocho niñas por supuestos miembros de Boko Haram conmocionó ayer de nuevo a Nigeria. La noticia se conoció un día después de que esa secta radical islámica se atribuyera el rapto de 223 menores, retenidas desde el pasado 14 de abril.
El suceso ocurrió durante el pasado fin de semana cerca de Gwoza, en el estado de Borno, en la misma zona donde fueron raptadas las otras adolescentes, confirmaron fuentes del Gobierno de ese estado.
P or otra parte, un testigo citado por el diario local The Vanguard precisó que hombres armados se llevaron a las niñas, de entre 12 y 15 años, el pasado domingo en el pueblo de Warabe, en el distrito de Gwoza.
Un grupo de terroristas invadió la localidad de Warabe en la noche del domingo y secuestró a ocho de nuestras adolescentes. También robaron nuestros alimentos y ganado”, aseguró el testigo.
A demás, añadió esa fuente, los atacantes se llevaron a las menores en varios vehículos y huyeron hacia la zona fronteriza con Camerún.
El líder de Boko Haram -cuyo nombre significa “la educación occidental es pecado“-, Abubakar Shekau, se responsabilizó del secuestro del pasado 14 de abril a través de un video difundido el lunes, en el que también anunció que “pronto” habría más ataques.
Una de las estudiantes raptadas que logró escapar de sus captores relató que las rehenes más jóvenes sufrían hasta 15 violaciones al día, y que fue entregada como esposa a uno de los líderes de la secta.
Ayer, la Policía nigeriana frustró el secuestro de un autobús escolar por unos hombres armados en Nyanya, un suburbio de la capital nigeriana, Abuya, según informó un portavoz del cuerpo de seguridad.
Los ataques contra menores han conmocionado a los ciudadanos nigerianos, que han protagonizado varias protestas en todo el país para exigir al Gobierno federal una acción más contundente con el objetivo de rescatar, lo antes posible, a las adolescentes.
El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, reconoció en una entrevista televisada el lunes que el Gobierno federal desconoce el paradero de las escolares raptadas.
Desde que la Policía acabó en el 2009 con el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3 000 muertos.
- Indignación internacional
El suceso ha levantado una indignación internacional, desde Naciones Unidas, pasando por Egipto, Gran Bretaña y Estados Unidos, donde algunos senadores pidieron incluso una intervención.
La protesta coincidió con el anuncio del departamento de Estado de que EE.UU. ofreció enviar a un equipo de expertos para ayudar al Gobierno a tratar de localizar a las cautivas.
Sin embargo, lo que ocurre actualmente en Nigeria no es la única situación de conflicto en el continente africano que preocupa a la comunidad internacional. El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, concluyó el pasado lunes su primera gira por África, que incluyó países afectados por sangrientos conflictos, como la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
En este último Kerry pidió el acceso de ayuda humanitaria, ya que la ONU teme un genocidio y la hambruna. Los combates, que ya han causado miles de muertos, van acompañados de matanzas de civiles según criterios étnicos.
La República Democrática del Congo sufre una situación de emergencia constante. Durante dos décadas se ha traducido en recurrentes crisis humanitarias y epidemias que afectan a miles de personas.
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