El presidente iraní, Hasan Rohani, afirmó este jueves que la mejor salida para la guerra civil siria pasaría por “elecciones libres y democráticas”, sin injerencias externas. “La mejor solución es organizar elecciones libres y democráticas en Siria”, dijo Rohani ante el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), al día siguiente de la apertura de tensas negociaciones entre representantes de Bashar al Asad y de la rebelión siria.
“Ninguna parte o poder externo debe decidir en lugar del pueblo sirio ni de Siria como país”, agregó el mandatario iraní. Las negociaciones sirias, que empezaron en la ciudad suiza de Montreux, proseguirán el viernes en Ginebra.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había invitado inicialmente a Irán, una potencia regional, pero finalmente dio marcha atrás, ante la negativa de Teherán, aliado de Asad, de aceptar el principio de una transición política dirigida conjuntamente por representantes del régimen y de la oposición sirios.
Rohani se declaró “triste” por “la situación misérrima de Siria” y por “la presencia de terroristas que afluyen a Siria y matan inocentes”. Esa terminología es similar a la de Asad, quien califica de “terroristas” al conjunto de los combatientes de la oposición siria.
Rohani, considerado como un reformista en el régimen iraní, calificó de “evolución mayor desde la Revolución Islámica” de 1979 el reciente acuerdo nuclear alcanzado entre Teherán y el grupo 5+1 (formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania).
“Irán nunca ha querido tener una bomba atómica y tampoco lo querrá en el futuro”, dijo Rohani, buscando tranquilizar cualquier inquietud de su auditorio, integrado por la élite económica y política del planeta. Irán siempre sostuvo que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles, frente a las sospechas de las potencias occidentales y de Israel, que temen que la República Islámica busque dotarse de una bomba atómica.
El acuerdo con el grupo 5+1 consistió en una congelación parcial del programa nuclear iraní a cambio de la suspensión parcial de algunas de las severas sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos contra Teherán. Ese acuerdo abrió la puerta a los negocios, y Rohani se empeñó en Davos en mostrar los atractivos de Irán, un país con amplias reservas de hidrocarburos, para los inversores en ese sector.