El presidente ruso Vladimir Putin tocó ayer todas las fibras de la sensibilidad rusa para justificar la incorporación de Crimea, invocando la historia, el peso de Rusia en el mundo y la doble moral occidental.
El poderoso líder de 61 años dijo que por fin se hizo justicia ahora que la península, que ha estado siempre relacionada históricamente con Moscú, se convirtió en rusa no solo de espíritu sino en la letra.
Desgranando una letanía de hechos históricos, Putin dijo que Crimea es el hogar de lugares “sagrados” para los rusos. “Crimea es Sebastopol, la ciudad legendaria, la ciudad de un gran destino, una ciudad fortaleza y lugar de nacimiento de la marina rusa del Mar negro”, dijo a los legisladores y a los altos dignatarios presentes en el salón San Jorge del Kremlim.
Criticó a los líderes bolcheviques por rediseñar las fronteras después de la revolución de 1917 y calificó de error la decisión del Nikita Khrushchev de regalar Crimea a la república soviética de Ucrania en 1954.
Crimea siguió siendo parte de Ucrania después del colapso de la URSS en 1991 solo porque Rusia estaba muy débil para proteger sus intereses, afirmó Putin en un discurso interrumpido en permanencia por aplausos.
Llegó el momento de corregir lo equivocado, ahora que Rusia resurge y deja atrás la dolorosa confusión del colapso de la Unión Soviética y obtiene un lugar prominente en el mundo, añadió. El presidente, que regresó por tercera vez al Kremlim en 2012, se jactó de la capacidad del país para proteger sus intereses nacionales y dijo que Rusia ya no se inclinará más ante Occidente.
Buscando tocar la fibra de la sensibilidad de los rusos, muchos de los cuales lamentan la pérdida del estatuto de superpotencia de la Unión Soviética, dijo que su país merece respeto y ya no recibirá más órdenes de Washington y Bruselas.
Dijo que Rusia no autorizará a la OTAN a acercarse a sus fronteras. Calificando a ese bloque militar de naciones occidentales de “excelentes tipos”, dijo que él “no puede imaginar que vamos a visitar a los marinos de la OTAN en Sebastopol”.
Rechazo en Ucrania
Ucrania y las potencias occidentales condenaron con firmeza la firma del tratado. Horas después, tras la muerte de un soldado en Crimea, durante un intento de asalto a una base de Ucrania en la península, el Ministerio de Defensa anunció que los militares podrán usar sus armas “en defensa propia y para proteger sus vidas”.
Según la agencia Interfax-Ucrania, un portavoz de la Policía local indicó que un tiroteo en Simferopol, la capital de Crimea, causó la muerte de un militar ucraniano y de un miembro de las “fuerzas de autodefensa” rusas.
“El conflicto está pasando de una fase política a una fase militar” , dijo el primer ministro interino de Ucrania Arseni Yatseniuk. Ucrania también afirmó que se reservaba el derecho de “nacionalizar” los bienes rusos.
Respaldado por las potencias occidentales, el Gobierno ucraniano anunció que nunca reconocerá la integración de Crimea en Rusia, “que no tiene nada que ver con la democracia, el Derecho o el sentido común”.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó las acciones de Rusia en Crimea, que calificó de “confiscación de territorio”, y amenazó a Moscú con nuevas sanciones.
Las sanciones ya adoptadas contra Rusia por la Unión Europea y Estados Unidos son “inaceptables” y “tendrán consecuencias”, replicó el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, en conversación telefónica con su homólogo estadounidense John Kerry.
Previamente, la canciller alemana, Angela Merkel, había calificado de “contraria al derecho internacional” la incorporación de Crimea a Rusia y Londres había anunciado la suspensión de toda cooperación militar con Rusia, incluidas las licencias de exportación en curso.
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, pidió a los dirigentes del G7 y de la Unión Europea reunirse la semana próxima en La Haya, al margen de la cumbre sobre seguridad nuclear, para debatir sobre la situación en Ucrania.
El Consejo de Seguridad de la ONU volverá a reunirse hoy para tratar la crisis en Ucrania, anunció ayer la Presidencia del organismo, que durante este mes ejerce Luxemburgo.
En contexto
La República de Crimea dispone desde el lunes dos monedas oficiales, la grivna ucraniana y el rublo ruso.
Pagar en rublos en tiendas en la principal ciudad es de momento imposible, aunque al menos un banco está dando extractos bancarios en ambas monedas.
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