La liberación de los soldados Pablo Emilio Moncayo y Daniel Calvo está en marcha desde ayer en Colombia. Sin embargo, el proceso se vio empañado por el anuncio de las FARC de aplazar la entrega de los restos del mayor Julián Guevara, que debían concretarse entre mañana y el martes junto a los dos rehenes.
El inicio de la operación de rescate empezó oficialmente la tarde de ayer, cuando los miembros de la misión humanitaria, liderada por la senadora liberal Piedad Córdoba, viajaron a la ciudad brasileña de San Gabriel de Cochoeira. En esa localidad fronteriza se encuentran los helicópteros que el Gobierno de Brasilia prestó para cristalizar el rescate del cabo Moncayo y el soldado Calvo.
La idea es que la misión humanitaria se traslade hoy al aeropuerto de Villavicencio, departamento del Meta. Desde allí partirá mañana a algún punto de la selva colombiana –no precisado- para recoger al soldado Calvo, quien está en poder de la guerrilla desde abril del 2009, en la primera fase del operativo de rescate.
Calvo no puede movilizarse por sus propios medios, ya que su rodilla derecha está seriamente dañada por una bala el día en que fue plagiado por la guerrilla.
Según el protocolo de seguridad, después del rescate del soldado Calvo se entrará en un compás de espera de 24 horas antes de que empiece la operación para liberar al rehén más antiguo de las FARC: Pablo Moncayo.
Por ello, está previsto que los 12 años de cautiverio de Moncayo finalicen el martes. En efecto, ayer, el Secretariado de las FARC confirmó que ambos uniformados “están listos” para ser liberados.
“Nuestra decisión de liberar unilateralmente al cabo Moncayo y al soldado Calvo es irrevocable”, dijo la cúpula de la guerrilla a través de un comunicado firmado desde las montañas.
Sin embargo, en una parte de ese documento la guerrilla también ensombreció el proceso de liberación, al anunciar que se posterga –indefinidamente- la entrega de los restos del mayor Guevara, quien murió en cautiverio en 2006. El argumento de las FARC es que, supuestamente, el Ejército colombiano ocupa la zona en la que se encuentran los despojos del mayor Guevara.
El anuncio de la guerrilla provocó la crítica del Gobierno colombiano, que demandó a las FARC “respeto” por la familia Guevara, que desde hace casi cuatro años espera que se le entregue el cadáver del oficial.