El gobierno del presidente Evo Morales y líderes de Potosí forcejeaban ayer sobre cómo y dónde dialogar para zanjar el conflicto social que mantiene a esa región de Bolivia incomunicada desde hace 15 días, mientras su dirigencia amenaza con radicalizar la protesta.
Los dirigentes cívicos de Potosí resolvieron, anteanoche, que el Presidente era el único interlocutor para atender sus demandas y rechazaron dialogar con los ministros, “pues carecen de capacidad de negociación”.El secretario general del Comité Cívico de Potosí, Luis Villafuerte, dijo que si Morales no aceptaba el diálogo, que debe realizarse en la vecina ciudad de Sucre, entonces procederán a tomar por la fuerza la mina San Cristóbal, una subsidiaria del grupo japonés Sumitomo, e iniciarán una marcha de protesta hasta La Paz.
Hasta ese momento, Potosí exigía dialogar en su patio, donde un corte de rutas ha puesto en situación difícil a la población por el aislamiento obligado, la carestía de alimentos y la distribución casi nula del vital gas licuado de petróleo en bombonas.
Igualmente ha puesto en aprietos a decenas de turistas, un puñado de los cuales permanece en la ciudad sin poder salir, mientras que los demás salieron en azarosas circunstancias.
El Gobierno, entretanto, abrió dos vías de diálogo: se puede hablar con el Presidente si este diálogo es en La Paz y si se suspenden todas las medidas de presión. O se puede conversar en Sucre, pero solo con los ministros.
El vocero del Gobierno Iván Canelas dijo que “ los ministros van a estar en la ciudad de Sucre”. Al ser consultado si Morales estaría en Sucre, como exige la región en huelga, se limitó a responder: “el Presidente los espera en La Paz”.
Con ese escenario político, donde solo se evidencia una pulseada entre Potosí y el Gobierno, la empresa minera San Cristóbal aparecía como rehén del conflicto, ante las amenazas de cortarle el fluido eléctrico y de tomar por la fuerza sus instalaciones.
San Cristóbal, que explota el más grande yacimiento de zinc y plata de la región para mercados internacionales -por el que factura unos USD 2 millones al día- paralizó su producción ante la eventualidad de sufrir algún perjuicio. La mina está ubicada al sur del Salar de Uyuni. Este jueves, su directiva señaló en un comunicado que San Cristóbal genera 1200 empleos directos y 3 000 indirectos y cuestionó que se la involucre en “demandas que salen de su competencia” .
Potosí, región andina en el suroeste, plantea al Poder Ejecutivo que solucione un problema limítrofe con el departamento vecino de Oruro, donde hay un rico yacimiento de piedra caliza, y que se construya una fábrica de cemento, además de un aeropuerto.
Potosí, capital de la región homónima de unos 160 000 habitantes, sufre un duro racionamiento por el bloqueo de vías.