En el tablero electoral colombiano solo hay un escenario certero de cara a los comicios del 30 de mayo: ni Juan Manuel Santos ni Antanas Mockus obtendrán el 51% de votos necesarios para ser el nuevo huésped de la Casa de Nariño.
Todas las encuestas y estudios de opinión coinciden en que el 20 de junio se celebrará la segunda vuelta. Por ello, desde ya, las campañas de Santos y Mockus hacen números con calculadora en mano pensando en esa fecha.
Su objetivo es evaluar y medir los efectos de posibles alianzas con los otros competidores y sus partidos que, aunque aparecen con un caudal de votos pequeño, puede resultar determinante para el resultado final.
Desde diferentes lógicas, el oficialista Partido de ‘La U’ de Santos y el Partido Verde de Mockus han empezado a marcar la cancha de la segunda vuelta.
Para la ‘ola verde’ del ex Alcalde de Bogotá su prioridad será evitar que su figura presidencial se vea opacada por alianzas que afecten sus opciones. De ahí que Mockus ha marcado distancias con Gustavo Petro, el candidato del izquierdista Polo Democrático, una eventual unión que se venía comentando en el país.
Desde su entorno se sabe que un acercamiento con Polo Democrático sería aprovechado por sus adversarios, pues esa organización no ha sido capaz de desmarcarse de la imagen de condescendencia hacia la insurgencia y de simpatías hacia el presidente venezolano Hugo Chávez.
Y en Colombia a la mayoría de la población le resulta cuestionable cualquier acercamiento o signo de comprensión a la lucha armada. Y tampoco le resulta comprensible que un partido político tenga cierta cercanía con un mandatario extranjero al que consideran hostil con su población.
El propio Petro ya sintió a inicios de la campaña electoral ese karma, cuando aparecía en el segundo lugar de las encuestas. A principios de marzo, desde la Casa de Nariño, se denunció la aparente injerencia de un alcalde chavista para ayudar a dos candidatos a legisladores de Polo Democrático. Poco después, las opciones de este partido cayeron en picada: perdieron dos escaños del Senado y su presidencial ingresó en una fase de caída libre, hasta llegar al quinto lugar con apenas el 4%.
Mockus “sabe que esa alianza (con Polo Democrático), en medio de la polarización pondría a dudar al sector uribista que lo apoya”, dice el analista Fernando Giraldo. De ahí que más bien la ‘ola verde’ deja las opciones abiertas para buscar entendimientos con otros candidatos que no tienen la sombra de la izquierda: la conservadora Noemí Sanín o el liberal Rafael Pardo.
Precisamente a esos electorados, así como a los seguidores de Germán Vargas Lleras, apuesta a conquistar Santos. Por lo pronto, ya se ha asegurado el apoyo del sector conservador del ex ministro Andrés Felipe Arias ‘Uribito’.
Y ahora desde su campaña se ha deslizado la posibilidad de que Vargas Lleras sea su fórmula de respaldo en la segunda vuelta y, así, asegurarse el 3% de votos que tiene ese candidato.
Sin embargo, aún no ha existido una propuesta formal para esa alianza, más bien el eventual acercamiento es fruto de un rumor, que se atribuye al nuevo asesor de Santos, el venezolano Juan José Rendón, especialista en este tipo de campañas.
El discurso de campaña será decisivo
Los discursos o mensajes de campaña de los candidatos favoritos para la elección presidencial de Colombia, Antanas Mockus y Juan Manuel Santos, están incidiendo en la intención de votos de los electores de ese país.
Dos expertos ecuatorianos en campañas electorales coinciden en que Mockus utiliza un lenguaje sencillo,
conciliador y transparente, mientras Santos es confrontativo y hasta belicista, como el hecho de vanagloriarse de haber ordenado, como ministro de Defensa, el ataque militar contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.
Santiago Nieto, de la encuestadora Informe Confidencial, cree que la candidatura de Mockus ha crecido rápidamente, entre el 24 de marzo y el 6 de mayo, al trepar del 7% al 38%, debido a que su discurso se identifica con lo que quieren escuchar los colombianos, de las cosas que les quita el sueño y las cosas que les hace soñar. “El que se comunique de mejor forma, que hable de los problemas del ciudadano y de su entorno ganará las elecciones de Colombia”, sostiene Nieto. Ese candidato, añade, es Mockus, que tiene las mayores posibilidades de ganar la elección del 30 de mayo.
Ángel Polibio Córdova, de Cedatos, dice que Mockus se muestra ante los electores como un candidato más transparente y hace que la gente recuerde su paso por la Alcaldía de Bogotá y hasta sus excentricidades cuando fue rector universitario.
En cambio, agrega, el discurso belicista de Santos de alguna manera frenó su candidatura, lo cual permitió el crecimiento impresionante de la candidatura de Mockus, al subir del 7% el 24 de marzo al 38% el 6 de mayo.
También cree que en los electores del país del norte hay un cierto cansancio de la forma cómo se lleva adelante el actual proceso electoral, porque ven que está funcionando la campaña sucia que acusa a Mockus de ser ateo, en un país muy católico.
Los colombianos lo que quieren es que los dejen trabajar, que los dejen en paz, que el país siga avanzando, que no haya violencia tras violencia, dice Córdova. Redacción Mundo