El papa Juan Pablo II irradiaba carisma, agilidad, bondad y fortaleza. Francisco Salazar Alvarado, exembajador de Ecuador en el Vaticano, lo recuerda. Él vivió cerca del Pontífice y se convirtió en su amigo, al cumplir la misión diplomática entre 1984 y 1988.
Francisco Salazar, quien viajó con el Santo Padre a Ecuador en enero de 1985, acepta dialogar con este Diario, para contar cómo se realiza el proceso de canonización (designación de un santo) en el Vaticano y narrar detalles de Juan Pablo II, con quien mantuvo una relación estrecha.
¿Cómo ha sido la historia de la relación entre Ecuador y el Vaticano?
Desde 1937 cuando se firmó el Modus Vivendi (tratado suscrito entre la Santa Sede y Ecuador) han habido buenas relaciones. Todos los presidentes han sido respetuosos, indistintamente de sus creencias religiosas. Pero en la época del expresidente Eloy Alfaro hubo una actitud de tensión con la Iglesia. Estaba prohibido realizar manifestaciones religiosas fuera de un templo.
¿Cómo se realiza el proceso de canonización?
Se hace un análisis minucioso de la vida que han desempeñado estas personas. Se toma en cuenta la vida religiosa que ha llevado; qué han hecho, escrito. Las obras de caridad y de servicio con la gente. Se analiza de manera escrupulosa todos estos detalles.
¿Quién es el encargado de revisar esa información?
Está a cargo de una comisión especial integrada por cardenales, obispos, sacerdotes. Esa información va al Vaticano. En donde el Papa aprueba dicha designación. Es un proceso largo. Todo depende de la cantidad de causas que se deban analizar.
¿Los milagros favorecen para designar a un santo?
Para comprobar la existencia de los milagros se recaban experiencias. Se hacen estudios severos. En estos participan cardenales, médicos o especialistas, según la obra. En el Vaticano hay una comisión especial encargada de esto. Se llama la Comisión de la Causa de los Santos.
¿En el proceso de canonización de los papas Juan XIII y Juan Pablo II qué se puede destacar?
Las actividades que hicieron. Ambos papas fueron sacerdotes, luego obispos hasta ser designados pontífices. Los dos tuvieron un origen humilde. Eran campesinos.
¿Por qué se designa como santos a Juan XXIII y a Juan Pablo II al mismo tiempo, si son de épocas distintas. El primero de 1958-1963 y el otro de 1978-2005?
Es por acomodación de tiempo. El proceso para canonizar a Juan XXIII concluyó hace dos años aproximadamente. Además, es posible que el proceso de análisis de Juan Pablo II haya sido más simple. Todo depende de las causas que se deben analizar. El proceso siempre es el mismo. Primero son designados como siervos de Dios, luego beatos y a la final como santos.
¿La buena relación entre Ecuador y el Vaticano refleja la existencia de tres santos ecuatorianos: Mariana de Jesús, el Hermano Miguel y Narcisa de Jesús?
No. Una cosa es el Estado y otra la Iglesia Católica. Para designar a un santo se debe cumplir el proceso. Existen estados ajenos a la vida religiosa que cuentan con santos.
¿En qué etapa se encuentra el proceso del padre Julio Matovelle?
El análisis de las causas continúa. Él fue abogado, político, sacerdote y tenía varias obras. Todo esto se debe analizar minuciosamente. Incluso, una vez que se revisa esta información, el Vaticano, si considera necesario, puede pedir más información. Hay que recordar que para la canonización de Narcisa de Jesús se tomó una buena parte del siglo XX.
¿Cuál es la trascendencia de Juan XXIII y Juan Pablo II en Ecuador?
Juan XXIII participó en el Concilio Vaticano II, en donde se establecieron las normas y los campos que abarca la Iglesia Católica. Además, tuvo una vida de santidad. Juan Pablo II, en cambio, era carismático, bondadoso. Por eso la gente le tiene cariño. Fue el primer papa que visitó Ecuador.
¿Cómo fue su relación con el papa Juan Pablo II?
Fue mi amigo personal y siento emoción, porque será designado como santo. Cuando visitó Ecuador le sorprendió que la gente le pidiera la bendición en los eventos. Por eso, al llegar al Vaticano pidió que se hiciera un análisis filosófico de la importancia de este acto. También le hizo gracia escuchar que saludáramos en plural: Buenos días, buenas tardes, buenas noches.
Hoja de vida
Francisco Salazar fue embajador en el Vaticano entre 1984 y 1988 y entre el 2005 y el 2007. Es articulista y experto en Derecho Canónico.