Un sangriento atentado en el que murieron tres personas se produjo ayer en la ciudad santa chiita de Nayaf, a la víspera de las elecciones legislativas en Iraq. Al Qaida prometió matar a quien participe en ellas.
En un mensaje difundido antes de estos comicios cruciales para el futuro de Iraq, el brazo iraquí de Al Qaida, “proclamó un toque de queda” para intimidar a los iraquíes, sobre todo a los sunitas, para evitar su participación masiva.
A pesar de eso, los iraquíes en el exterior, especialmente en países del Oriente Medio, ya fueron a votar en los consulados respectivos.
Son las segundas elecciones legislativas en el país desde la invasión en 2003, de una coalición internacional liderada por Estados Unidos, para derrocar al ex presidente Saddam Hussein.
En 2005, los sunitas, que perdieron poder en provecho de los chiitas, tras la caída de Saddam Hussein, boicotearon las elecciones en protesta por su situación pero, ante todo, por miedo a represalias de los insurgentes.
El estallido de un coche bomba ayer, en un aparcamiento de Nayaf, al sur de Bagdad, cerca del mausoleo del imán Alí, la figura más venerada del chiismo, es el último de una larga serie de atentados sangrientos en Iraq. En él murieron dos peregrinos iraníes y uno iraquí, afirmó un responsable local, Jawad Karawi. También resultaron heridas 54 personas, de las cuales 37 eran iraníes.
En tanto, en Ramadi (oeste) un colegio electoral de esta ciudad sunita fue atacado con disparos de mortero, hiriendo a tres personas, indicó la Policía local.
El miércoles y el jueves varios atentados con aparente firma de Al Qaeda ensangrentaron Bagdad y Baquba, al norte, con un saldo de 50 muertos, pese al importante dispositivo de seguridad.
“El que salga de casa para participar (en los comicios), desafiando la ley de Dios y sus advertencias claras, se expone a su ira y a todo tipo de armas de los muyaidines”, advirtió el viernes la rama iraquí de Al Qaeda en un comunicado en el que declara un “toque de queda en todo Iraq, en particular, en las zonas sunitas”.
Fuentes oficiales minimizaron estas amenazas, aunque reconocieron que fueron desactivadas 47 bombas en las últimas 24 horas, en Bagdad. Para evitar atentados, hoy se aplicarán medidas de seguridad excepcionales. Habrá 200 000 guardias de seguridad desplegados en Bagdad y se prohibirá el tráfico en las ciudades.
Las fronteras y los aeropuertos permanecen cerrados desde ayer a las 22:00 (19:00 GMT) hasta mañana a las 05:00 (02:00 GMT).
Al contrario de las legislativas de 2005, esta vez los soldados estadounidenses no participarán en las operaciones de seguridad. Solo habrá un contingente estadounidense reducido, dijo ayer el general Charles Jacoby, afirmando que la seguridad será garantizada por las fuerzas iraquíes.