Una camiseta de Ecuador fue visible en el Sorteo Extraordinario de Navidad. La prenda amarilla resaltaba entre los personajes que la gente utiliza para llamar o atraer a la suerte como la Caperucita Roja y el lobo, los papás Noel y Belén Esteban, un producto de las crónicas del corazón en España.
La tricolor estaba en el cuerpo de Lenin Vásconez, ecuatoriano, 43 años, conductor de autobuses. Era la primera vez que este hombre asistía al sorteo del ‘Gordo’, como se le conoce popularmente.
Lenin tuvo que pasar una noche entera fuera del Palacio de Congresos de Madrid, donde se realizó el sorteo. Un saco de dormir, una chaqueta abrigada le aislaron del frío. Aparte solo llevaba un papel donde había apuntado los números que jugaba y la camiseta de Ecuador como amuleto.
Unas 1 000 personas atestiguaron, en directo, el sorteo que cada 22 de diciembre atrapa la atención de todos los españoles. Este año y pese a la crisis cada habitante en España se gastó un promedio de 68,68 euros en lotería, según datos de Loterías y Apuestas del Estado. Y el número más buscado fue el 11710, la fecha en la que España ganó el Mundial de Fútbol de Sudáfrica.
El conductor de autobuses superó con creces el gasto medio de los españoles. Su inversión fue de 720 euros. Su costumbre es empezar a adquirir billetes desde que salen a la venta, en agosto, y compra por todos los sitios por los que pasa. Este año buscó, sobre todo, el 77235, resultado de la mezcla de su fecha de nacimiento y el año de la muerte de sus padres. También compró un número muy parecido al que se llevó el primer premio. El 79250. Por eso se le reviró todo cuando escuchó que los niños del Colegio San Idelfonso cantaron que el ganador de los 3 millones de euros era el 79250. Su amuleto, la camiseta de la Selección, no le sirvió.
En la sala del sorteo también estaba Hugo Flores, un jubilado ecuatoriano de 62 años, que fue a ver cómo su nieta, Camila, sacaba los números de la lotería. La pequeña de 10 años es parte de los niños que participan en el sorteo. Su lugar está detrás de una de las bámbolas metálicas. Lo hace girar cada vez que le indica su profesor y va sacando las bolitas numeradas que cambian las navidades y la vida de muchos.
El abuelo de Camila tampoco recibió premio. Llevaba solamente cuatro papeletas de lotería, un gasto de 80 euros y había escogido los números al azar. Su recompensa fue ver a su nieta, sonriente, con su uniforme azul y sacarle una foto para presumir de ella.
Entre los niños de la lotería hay distintas raíces. Hay de República Dominicana, Colombia, Paraguay… Sin duda la estampa más memorable pertenece a los hijos de Elsa Pineda, una lojana que inmigró a España con sus 12 hijos.
Cuatro de los hermanos Pineda han pasado por el internado del Colegio San Idelfonso y han cantado el ‘Gordo’. Solo una vez les hicieron una donación y en otra les invitaron a conocer una de las localidades donde había caído el premio. Este año, dos niños españoles dieron la suerte.
El ‘Gordo’ se repartió en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cáceres, Tenerife y Alicante. Dos de los puntos de venta en Madrid coincidieron con barrios donde vive gran cantidad de inmigrantes, como son Aluche y Alcorcón. Una de las dueñas de las administraciones de lotería es mexicana y su establecimiento se llama La mexicana. Se dice que la Virgen de Guadalupe y los buenos oficios de una médium hicieron que el premio cayera en el local de la mexicana, quien vive 20 años en España. Ni ella ni sus hijos se quedaron con décimo ganador.