La Conferencia Episcopal Venezolana exigió evitar el uso de medidas judiciales para amedrentar a la disidencia.
Monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, criticó el doble discurso que mantiene el gobierno en cuanto al manejo de la inseguridad en el país. “No se puede hablar de una política de desarme y dejar armados a unos grupos”, dijo.
El prelado divulgó ayer, 13 de febrero, un comunicado en nombre de la CEV, a propósito de los hechos violentos ocurridos en el país el 12 de febrero.
“Los grupos violentos deben ser desarmados y controlados por las autoridades policiales, en concordancia con la política de desarme. Exigimos una exhaustiva investigación y el castigo a los culpables en el marco de la Constitución y las layes, observando el debido proceso judicial”, se indica en el documento.
[[OBJECT]]
La CEV indicó que el derecho a la protesta pacífica, a la libertad de expresión e información son valores imprescindibles para el ejercicio de una auténtica democracia. “Los que ejercen responsabilidades públicas deben garantizar el ejercicio de esos derechos, evitando el uso de medidas judiciales para amedrentar y castigar a los disidentes”, se señala en el comunicado.
En la rueda de prensa también participó monseñor Jesús González de Zárate, secretario general de la CEV. “Hay signos de debilitamiento de la democracia y es eso lo que estamos denunciando”, dijo cuando se le preguntó si en Venezuela hay actualmente un verdadero estado de derecho.