La recuperación de las relaciones diplomáticas con Colombia, rotas a raíz del ataque armado a Angostura, se basó en un proceso marcado por certezas, y manejado con profesionalismo y responsabilidad para con el país. Es necesario recordar, además, que se definieron con exactitud cinco requerimientos para restablecer las relaciones, dice el ex canciller Fander Falconí, al referirse al cable, que recoge su cita con la embajadora Heather Hodges.
“Este proceso -agrega Falconí- desembocó en una declaración conjunta de los dos cancilleres (Nueva York, 24 de septiembre del 2009) en la que se acordaron los requerimientos mutuos para normalizar las relaciones diplomáticas. Los puntos del comunicado recogen todas las aspiraciones del Gobierno ecuatoriano, para la normalización de relaciones diplomáticas”.
“El primer resultado de esa declaración fue el nombramiento de encargados de negocios, que aclaró y aceleró la ruta hacia la normalización plena de las relaciones bilaterales, a nivel de embajadores.
“Durante todo este proceso, Ecuador proyectó los principios establecidos en la Constitución de la República para sus relaciones externas, que mantuvo con todos los países, incluido EE.UU. La Constitución manda promover la paz en sus relaciones internacionales (artículo 416). Honrando este principio, se conversó con todos los países que fue posible, para recuperar la paz en la región, rota por Colombia el 1 de marzo de 2008 en Angostura.
“A todos los países se les explicó los requerimientos ecuatorianos y se pidió sus buenos oficios para lograr la paz en la región, pero a ninguno se pidió una mediación formal y concreta, que siempre estuvo circunscrita a las competencias de la Cancillería ecuatoriana y colombiana, como fue público y notorio”, concluye el ex Ministro Falconí.