Las exhumaciones de las víctimas del genocidio en Guatemala generan debate. Luis Enrique Salazar, un arqueólogo forense, intervino en el juicio contra el general retirado, Benedicto Lucas García. Él es acusado de genocidio de 1 000 personas indígenas, entre 1981 y 1982, en el norte de Guatemala.
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“La gente nos pedía quedarse con la tierra, porque tenía la sangre de sus seres queridos”, relató ante un tribunal de Guatemala, Luis Enrique Salazar.
Los relatos sobre las fosas
“Ingresé a una fosa y al desenterrar encontré los restos de una persona, encontramos las ofrendas y los tejidos que el esposo de la víctima había colocado”, indicó la arqueóloga forense, Carmen Valle.
Ella participó en las exhumaciones realizadas en 2007 en San Gaspar Chajul, un municipio maya Ixil, ubicado en las montañas del norte de Guatemala.
Valle detalló que este trabajo se realizó a petición de Juan de León, un ciudadano que denunció la desaparición de su esposa en 1982, durante el conflicto armado interno de Guatemala (1960-1996). Fue una de las 16 exhumaciones en las que participó.
Los relatos de la arqueóloga se realizaron durante la segunda semana de audiencias contra Lucas García. El general retirado es acusado de dirigir entre 1981 y 1982 las operaciones militares en tres municipios mayas ixiles del noroeste de Guatemala. En esa zona murieron más de 1 770 indígenas a manos del Estado.
La arqueóloga explicó al Tribunal de Mayor Riesgo “A”, dirigido por el juez Gervis Sical, que la persona que desenterró habría fallecido luego de ser desplazada forzosamente por las fuerzas armadas estatales. Eso dicen los testimonios de los sobrevivientes.
Análisis y descubrimientos
Valle es una de las decenas de peritos que el Ministerio Público (Fiscalía) citó para ratificar los análisis y descubrimientos que se hicieron en las zonas donde el Ejército atacó a la población civil, entre 1981 y 1982.
El arqueólogo Luis Enrique Salazar aseguró que hizo la exhumación de más de 20 osamentas de niños. Ellos fallecieron durante el periodo del conflicto armado interno en San Gaspar Chajul.
Las exhumaciones las realizamos en presencia de las familias y vecinos de los fallecidos. “Estos procesos se convirtieron en una fase elemental para las personas, porque era una forma de cerrar el duelo vivido durante la guerra”, explicó Salazar al juez Sical.
Este el argumento con el que la Fiscalía sustenta su acusación contra Lucas García. Como Jefe del Estado Mayor del Ejército consideró como “el enemigo interno” a los pueblos maya Ixil de Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul. Todos están ubicados en Quiché, donde se ejecutaron 32 masacres en más de 20 comunidades de esta región.
Víctimas del genocidio
El 13% de las víctimas de este genocidio era niño de entre 0 a 3 años. Se asesinaron mujeres embarazadas y ancianos desarmados por considerarlos afines a la guerrilla, indicó en la apertura del juicio la fiscal Cándida Morales Santos.
Desde 2018, Lucas García cumple una pena de 58 años de prisión, por la desaparición forzada del niño Marco Antonio Molina Theissen, ocurrida en octubre de 1981.