La confrontación permanente con los grupos de poder y sectores de oposición política fue el signo que caracterizó los 8 años de gobierno de Evo Morales, además de la proyección internacional de su imagen como el primer indígena que accedió a la Presidencia de Bolivia.
Morales cumplió ayer 8 años de un gobierno empeñado en consolidar un proyecto de “revolución democrática y cultural” en un país de 10 millones de habitantes.
“La (nueva) Constitución fue el proyecto del proceso de cambio. Sin Constitución no habría proceso de cambio”, afirmó su estratega electoral, el peruano Wálter Chávez, en referencia a la Carta Magna de corte socialista e indigenista que está en vigor desde el 7 de febrero de 2009.
Morales brindó ayer, feriado, un informe en una sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Luego hubo un festejo popular en La Paz. La víspera se conoció que los 20 ministros pusieron sus cargos a disposición y que se creará el Ministerio de Deportes.
En lo macroeconómico, el crecimiento económico pasó del 4,5%, en 2006, al 6,5%, en 2013, con un ingreso per cápita que subió de 1 010 a
2 974 dólares en ese período y un desempleo que cayó del 5,2 al 3,2%. La inflación aumentó en estos ocho años del 4,8 al 6,48%, las exportaciones subieron de los 4 100 a los 12 500 millones de dólares y las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia pasaron de los 3 000 a los 14 000 millones de dólares.
En mayo de 2006, Morales comenzó la nacionalización en las áreas de hidrocarburos, telecomunicaciones, minería, electricidad, aeronáutica y producción cementera.
Ahora el Estado boliviano controla un 35% de la economía, tras expropiaciones que afectaron a empresas como British Petroleum, la argentina Bridas o las españolas Repsol, Red Eléctrica e Iberdrola.
En sus 8 años de gobierno, Morales tuvo que retroceder en dos ocasiones ante las protestas de la sociedad civil.
Primero, por el reajuste del precio de los combustibles, en diciembre de 2010, y después en su intento de construir una ruta por una reserva ecológica, en septiembre de 2011.
Desaire internacional
En el plano internacional, sufrió un sonado desaire en julio del año pasado, cuando España, Francia, Italia y Portugal negaron el permiso de vuelo al avión de Morales, que regresaba de Rusia a Bolivia, por sospechas de que a bordo iba el ex contratista de la CIA Edward Snowden. El Presidente tuvo que pasar más de 13 horas en el aeropuerto de Viena.
Para el analista Fernando Molina, “el MAS (partido de Evo Morales) consolidó su poder con la represión selectiva (enjuiciamiento, autoexilio) de lo que quedaba de las clases gobernantes del pasado; la judicialización de la política, que le permite controlar a los críticos emergentes; la intimidación de la burguesía empresarial y una estrategia de compras y presiones que le ha dado el control del sistema de medios de comunicación y de los mensajes que circulan en el país”.
“El MAS ha convertido a la economía boliviana en una forma de capitalismo de Estado, en el campo social redistribuye, no siempre acertadamente, los recursos extraordinarios que obtiene por la exportación de gas y minerales, así como por la recaudación de impuestos”, agrega Molina.
Desde 2006, Bolivia destinó unos 8 000 millones de dólares para proteger y ayudar a los sectores vulnerables mediante bonos sociales para mayores de 60 años, escolares y mujeres embarazadas.
El Presidente cerró 2013 con un respaldo del 60%, según una encuesta hecha por Ipsos Bolivia en la primera quincena de diciembre en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, que concentran un 75% de la población boliviana.
El segundo mandato constitucional de Evo, de 5 años, concluirá el 22 de enero de 2015. Pero en el último trimestre de este año habrá elecciones para presidente, vicepresidente, senadores y diputados. Morales buscará entonces ser reelegido por segunda vez consecutiva.
Ayer, Morales estrenó su noveno año consecutivo de Gobierno con una apuesta concreta por el desarrollo pacífico de la energía atómica que incluyó el anuncio de que su país construirá un reactor nuclear.