El analista Jorge Londoño reflexiona sobre las posibilidades electorales a la Presidencia de dos rivales: Mockus y Santos.
¿Cuál es la explicación de que la candidatura de Antanas Mockus despunte y sea un favorito para ganar la elección de este domingo?
Desde el 2009 nuestras encuestas mostraban un deterioro en los índices de aprobación del presidente (Alvaro) Uribe en la forma en que atacaba la corrupción. Este hecho abría un espacio político para una opción que es Antanas Mockus. Él sube en los últimos meses, pero en un espacio político ya existente. Nuestras encuestas, en las principales ciudades, evidenciaban dos corrientes. Una que representa al sector independiente de la clase política tradicional y la otra que es la del ‘uribismo’, que apoya los temas de seguridad.
¿Mockus capitalizó esa corriente de descontento con la política tradicional?
El ascenso de Mockus es la definición de un nombre para un espacio político que ya existía.
¿Solo ese factor de descontento con la política explica su ascenso?
Ese es el principal, pues Antanas Mockus es percibido como una persona honesta y bien intencionada donde el fin no justifica los medios.
¿Por qué cuatro años atrás esa figura de Mockus no logró calar en el electorado?
Desde hace un tiempo está en el ambiente el tema de la ‘parapolítica’. La mezcla de la clase política con paramilitares o el narcotráfico generó el deseo de un cambio. Lo que ocurría es que la figura de Uribe es muy querida entre los colombianos y eso ponía un velo a una situación de fondo rechazada por la opinión pública: la convivencia de paramilitares y narcos con políticos.
¿Pero Mockus también es un político, fue alcalde de Bogotá y ya ha buscado sin éxito ser presidente?
Hay un segundo factor para el éxito de Mockus. La actual administración en Bogotá es muy mal calificada por la opinión pública, rechazada por el 70%. Por eso, cuando se juntaron los tres ex alcaldes de Bogotá: Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Garzón (para formar el Partido Verde) la mayoría de los electores de la capital busca esa opción como un rechazo a lo que viven hoy. Y un tercer factor de su ascenso es la alianza que formó con el ex alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, quien es visto como una figura independiente a la clase política, enfocado a la cultura ciudadana y manejo del espacio público.
¿Pero por qué Mockus no tuvo éxito en candidaturas pasadas?
En 1998 fue la fórmula vicepresidencial de Noemí Sanín con mucho éxito. Lograron el 28% de votos en la primera vuelta, pero su crecimiento empezó muy tarde y no les alcanzó para pasar a la segunda vuelta. En el 2006 no tuvo éxito porque Uribe estaba en todo su apogeo y porque el mensaje de Mockus fue muy confuso.
¿La candidatura de Juan Manuel Santos no llega a tener el mismo impacto que la imagen de Uribe?
Santos no es Uribe. La opinión pública siempre tenía clara esa diferencia. En encuestas del 2009, antes de que se hundiera el referendo reeleccionista, la mayoría se volcaba con el Presidente. Pero si se retiraba del escenario y si se ubicaba a Santos su voto se reducía a la mitad.
Desde que se supo que Uribe no sería candidato, la candidatura de Santos llegó a tener más del 40% de intención de voto, ¿a qué se debe el aparente declive?
En nuestras encuestas entre marzo y abril Juan Manuel Santos permaneció estable.
¿La reestructuración de la campaña de Santos no fue una señal de que su candidatura en verdad se debilitó?
Si bien las encuestas señalan que Mockus no logrará ganar en una sola vuelta, los estudios indican que es posible que sí gane en segunda vuelta. Este escenario exige un replanteamiento de la campaña de Santos. El hecho de que Santos solo se aferre a la figura del Presidente no es suficiente, porque él no es Uribe.