El cable 132154 del 29 de noviembre del 2007 habla sobre la excelente coordinación que había entre el general de la Cuarta División del Ejército, Fabián Narváez, y el llamado Grupo Militar de la Embajada de los EE.UU., poco antes del ataque colombiano. A tal punto que muchas tareas de patrullaje se hacían con combustible donado por la Embajada.
Luego de describir el operativo en contra de un campamento donde aparentemente estaba Raúl Reyes, el telegrama escrito por la embajadora Linda Jewel dice que “el general Narváez dijo que su división había agotado totalmente su gasolina de aviación, ha pedido prestado a la Fuerza Aérea Ecuatoriana, y pedía ayuda a EE.UU. para comprar combustible adicional para las operaciones ribereñas. El Grupo Militar de la Embajada ha respondido proporcionando 7 000 galones de gasolina de aviación a la IV División, y piensa proporcionar más. El Grupo Militar también ha ordenado motores fuera de borda para proveer la asistencia necesaria en estas operaciones. Narváez también expresó preocupación sobre la confrontación con los campamentos de las FARC en Ecuador que podrían tener a los tres rehenes norteamericanos. En respuesta, el Grupo Militar proporcionará entrenamiento y asistencia”.
El funcionario que escribe el cable estaba evidentemente optimista por la forma en la que, según él, el Ejército ecuatoriano combatía a las FARC.
“La voluntad política puede haber aumentado después de que el ministro de Defensa, Wellington Sandoval, viajó a constatar los hechos en la frontera norte, el 6 de noviembre.
El ministro Sandoval fue a determinar la validez de las incursiones reportadas por militares colombianos a territorio ecuatoriano el 3 de noviembre y estuvo sorprendido al encontrar una presencia de las FARC mayor de la esperada y la poca disposición de la población para revelar su presencia.
Jewel dice que Sandoval aseguró que el Ecuador lindaba con las FARC y el ELN.