La oposición cubana, entre ellos Guillermo Fariñas, en huelga de hambre, afirmó ayer que intensificará sus reclamos para la liberación de presos políticos, pese a que el presidente Raúl Castro dijo que no cederá al “chantaje”.
“No me tomó por sorpresa esta actitud intransigente”, indicó Fariñas, quien inició su ayuno el 24 de febrero y el 11 de marzo fue ingresado en el hospital provincial de Santa Clara.
“No cederemos jamás al chantaje, de ningún país o conjunto de naciones por poderosas que sean, pase lo que pase”, dijo Raúl Castro, de 78 años, al referirse al caso de Fariñas.
Estados Unidos rechazó las acusaciones de chantaje lanzadas por Castro, por las huelgas de hambre de opositores y subrayó que el bienestar de los presos es “responsabilidad” de La Habana. El gobierno cubano “tiene, de acuerdo con la ley internacional, responsabilidades fundamentales de cuidar a sus ciudadanos, incluidos aquellos bajo custodia, y debería cumplir esas obligaciones”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Fariñas, que exige la liberación de 26 presos políticos enfermos, dijo haber asumido como “un reto” la advertencia de Raúl Castro. “… Le aceptamos el reto y vamos a morir con toda la dignidad”, añadió.
La madre de Fariñas, Alicia Hernández, de 75 años, advirtió que su hijo “está mal” y que “en cualquier momento cae en estado de coma”.