La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, será la madrina del bebé de un matrimonio de mujeres que será bautizado en la Catedral de Córdoba, en un hecho inédito en la historia de la Iglesia católica en América Latina.
“La aceptación de la Iglesia de bautizar una hija de un matrimonio gay es un cambio enorme”, declaró a dpa Karina Villarroel con una emoción que se multiplicó al confirmar que Fernández de Kirchner aceptó ser la madrina.
“Nos llamaron de madrinaje presidencial y nos dijeron que la presidenta había aceptado. Ese gesto enorme que ha tenido la presidenta fue excepcional”, afirmó.
La oficina de Madrinazgo Presidencial no pudo confirmar a dpa la versión. La pequeña Umma Azul es hija de Karina Villarroel y Soledad Ortiz, quien quedó embarazada por fertilización asistida. La pequeña nació el pasado 27 de enero y será bautizada este sábado por el padre Carlos Vara en la tradicional Catedral de la ciudad de Córdoba, unos 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
Ya durante el embarazo, Karina y Soledad le mandaron numerosos mensajes a la presidenta por las redes sociales y le escribieron cartas para pedirle que aceptara ser la madrina de su hija. Hasta que al fin llegó el llamado tan esperado desde la Casa Rosada.
“Es una forma de agradecerle porque Néstor (Kirchner) y ella fueron los grandes promotores de este cambio social y de la ley de matrimonio igualitario”, aprobada en 2010, señaló.
Su madrinazgo “es un mensaje muy fuerte porque para nosotros la presidenta siempre apoyó, ayudó y acompañó a la comunidad gay”, destacó Karina, quien fue la primera mujer policía en casarse en la Argentina bajo la ley de matrimonio igualitario. No está confirmada sin embargo la presencia de Fernández de Kirchner en el bautismo.
“Tengo la incógnita, ojalá venga. O quizás mande a un representante”, deseó Karina. La pareja destacó en tanto el apoyo de la Iglesia católica para bautizar al hijo de una familia homoparental por primera vez en la Argentina y en América latina.
No fue sencillo conseguirlo, porque primero recorrieron varias capillas y se toparon con diplomáticas negativas cuando al completar los formularios ponían los nombres de dos mujeres en los casilleros de “madre” y “padre”, hasta que fueron aceptadas en el Arzobispado de Córdoba.
La decisión, creen, se enmarca en la transformación que impulsa el papa Francisco desde su llegada al Vaticano. “Tenemos un papa con una mentalidad muy abierta”, subrayó Karina al destacar el cambio en el argentino Jorge Bergoglio, quien cuando era arzobispo de Buenos Aires rechazaba el matrimonio igualitario. “Somos católicas pero no practicantes.
La queremos bautizar a Umma para que reciba la fe de Cristo. Más grande tomará la comunión y se confirmará, pero luego ella decidirá”, sostuvo.