Las continuos crímenes de niños ensombrece la situación de derechos humanos en Honduras, dijo la representante del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, Susana Villarán de la Puente.
“Hay avances en los planes nacionales (sobre la infancia), en el Código del Niño y la Adolescencia de Honduras”, explicó en declaraciones a periodistas. “Pero también hay sombras, las sombras son esas muertes diarias de niños de manera violenta que no deben ocurrir en ninguno de nuestros países”.
Según la Casa Alianza -protectora de niños de la calle en América Latina- solo en abril en Honduras hubo 72 muertes de niños, el año pasado 549 y 1 817 desde 1998.
Villarán de la Puente inició el lunes la visita a Honduras pidiendo que derogue la llamada “ley antimaras” que castiga a los jóvenes infractores. “Se recomienda que se deroguen todas aquellas normas que no son compatibles con la Convención” de los Derechos del Niño.
En el gobierno de Ricardo Maduro (2002-2006) el Ejecutivo aprobó una reforma penal que sanciona hasta con 30 años de prisión a los líderes de las pandillas juveniles o maras por “asociación ilícita”.
La reforma fue aprobada para frenar las pandillas o maras que sembraban el terror en barrios y colonias marginales de las ciudades y permitió a la policía encarcelar a unos 800 líderes de esas agrupaciones. “El delito de asociación ilícita se ha interpretado con demasiada amplitud, lo que en algunos casos puede resultar en la violación (…) de la Convención”, dijo Villarán.