La Corte Suprema de Estados Unidos decidió ayer en un histórico fallo que los estados federados no pueden limitar o prohibir a los ciudadanos poseer armas de fuego, como garantiza la Segunda Enmienda de la Constitución.
Al revocar una prohibición de Chicago (Illinois, norte) de tenencia y porte de armas de fuego, la máxima instancia judicial estadounidense declaró inconstitucional cualquier restricción en ese sentido por parte de los estados y los gobiernos locales. En un duro golpe para quienes buscan un mayor control de las armas en Estados Unidos, el juez Samuel Alito dijo que la Constitución es clara sobre el derecho de los ciudadanos a portar armas para su defensa personal.
El fallo, votado por mayoría de 5 a 4, extiende a todas las ciudades y estados del país la decisión de la Corte Suprema para Washington DC del 2008, que señaló que los estadounidenses tienen el derecho constitucional de tener y portar armas, incluidas las pistolas.
La Asociación Nacional del Rifle saludó el fallo. Dijo que la decisión “es una reivindicación para la mayoría de ciudadanos que siempre creyeron que la II Enmienda es un derecho y una libertad individual que vale la pena defender”. Por el contrario, los defensores del control de armas criticaron la sentencia, señalando estadísticas que muestran un promedio anual de 30 000 muertes (incluidos 12 000 asesinatos) por disparos de armas de fuego en EE.UU., donde se estima que hay unos 200 millones de armas en circulación.