Dennis Rodríguez,
Corresponsal en Bogotá
Es uno de los íconos de Bogotá. Y se asemeja a una suerte de enorme rectángulo de concreto y hierro con una base cuadrada, que se eleva hacia el cambiante cielo de esta ciudad, ahora despejado pero que anuncia lluvia.
En el número 24-82 de la Carrera Séptima, una de las más importantes de esta capital, se alza la torre Colpatria, el edificio más alto de Colombia y el tercero en Sudamérica, después de las Torres del Parque Central de Caracas.
Es más que un edificio pintado de blanco y de ventanas oscuras, destinado para las oficinas de una de las más grandes entidades bancarias de Colombia y de otros profesionales y empresas. Aquí, de lunes a viernes, labora un ejército de casi 5 000 personas.
Después de subir 46 pisos en ascensor y otros dos por las escaleras se llega a un mirador que ofrece una vista privilegiada, una panorámica de 360 grados de la ciudad de 7,8 millones de habitantes y de sus alrededores. Desde la cima de la estructura levantada en los años setenta, a 192 metros de altura, en primer lugar se divisa toda la Sabana de Bogotá, una altiplanicie cargada de verde. Y si se quiere tener una mejor visión, existen cuatro binoculares fijos, que se alquilan por 1 000 pesos (USD 0,55).
En particular impacta el conjunto y una especie de monumento al ladrillo visto que conforman, al este del edificio, la plaza de toros Santa María y las tres Torres del Parque. Estas últimas han ganado el Premio Nacional de Arquitectura.
Asimismo, al este se divisan los cerros de Montserrate, donde se erige un concurrido santuario a la Virgen Morena de Montserrate al que se sube en teleférico, y el de Guadalupe, en el cual está una ermita consagrada a Nuestra Señora de Guadalupe. Uno y otro son miradores naturales de la capital.
También es posible apreciar otros sitios de interés de Bogotá, como la céntrica Plaza de Bolívar, el epicentro del poder político de este país, la Casa de Nariño, la Biblioteca Luis Ángel Arango, el tradicional sector de La Candelaria, el Observatorio Nacional, etc.
¿Cuántos visitantes llegan? En promedio, 1 300 en los tres días que abre al público (ver más en puntuales), señala Juan Esteban Zabala, el administrador del mirador. LLegan más turistas nacionales y extranjeros que, como Nancy Jazmín, cree que “si estás en Bogotá, hay que subir a la torre”.
La iluminación del rascacielos, igual de cambiante como el clima bogotano, constituye otro de los atractivos de la estructura. En la temporada navideña, ofrece un show de luces multicolores, que se consigue gracias a las 250 lámparas de tecnología LED (de bajo consumo y que pueden cambiar de color), explica Zabala.
Y no solo es un mirador de hierro y concreto. Además, en los últimos años es uno de los sitios en los cuales los bogotanos y visitantes de esta capital se reúnen para despedir el año, con artistas nacionales y extranjeros y en medio de una lluvia de fuegos piroténicos.
Además, a partir del 2005, alrededor de la torre se forjó otro atractivo. Ese año se lanzó la primera prueba de carrera en sentido vertical. Y este 2010, la competencia fue incluida en el calendario de la Copa Mundial Towerrunning.