Los cinco candidatos que disputarán la Presidencia de Colombia el próximo 25 de mayo están en una carrera contra el tiempo para cerrar sus campañas. Todos buscan ganar el mayor número de votos antes del fin de semana, cuando se cumple el tiempo límite estipulado por las autoridades electorales.
Las posibilidades para que Juan Manuel Santos se mantenga en el poder se diluyen, tras los sondeos que muestran que Óscar Iván Zuluaga empata o supera al Jefe de Estado en la intención de voto.
La encuesta de Ipsos Napoleón Franco publicada ayer en la edición impresa de la revista Semana y por RCN La Radio, La FM y RCN Noticias, Zuluaga cuenta con un apoyo entre el electorado del 29,5 %, mientras que Santos obtendría un 28,5 % de los sufragios, una diferencia contenida en el 2,3 % del margen de error.
Los encuestadores consultaron a 1 799 personas de todo el país entre los pasados días 13 y 15 de mayo, antes de que el sábado saliera a la luz un nuevo video que compromete a Zuluaga con el detenido pirata informático Andrés Sepúlveda.
En estas imágenes, reveladas por Semana, Sepúlveda le explica a Zuluaga en una sala de control, con al menos nueve pantallas, que tiene acceso a información de Inteligencia militar colombiana y estadounidense. Ahí arremete contra el proceso de paz que se desarrolla en Cuba entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), así como contra la campaña de Santos.
Esto es parte de lo que diversos sectores han dado en llamar “la guerra sucia” de las campañas de Santos y Zuluaga, revestida de todo tipo de acusaciones y señalamientos, algunos al borde de lo jurídico. Esto puso la campaña en un estado de crispación y de radicalización de los afectos por uno u otro de los candidatos.
Uribe, el gran detractor
Santos ha mostrado como carta de presentación las cifras oficiales, que revelan que la economía marcha por buen camino, con cifra de desempleo constante de un solo dígito durante meses. Sin embargo, la percepción de inseguridad en la calles, la tardanza en la firma del proceso de paz con las FARC y la idea de la debilidad del conjunto del Estado parecen estar pesando en su contra.
También ha jugado un papel importante el expresidente Álvaro Uribe, que ha logrado mantener los reflectores de la opinión pública sobre su figura. Y lo ha aprovechado para acusar sin pruebas -hasta ahora- a la campaña pasada de Santos, en el 2010, de haber recibido dineros de la mafia.
Uribe da por cierta la versión de un narcotraficante extraditado a EE.UU. El recluso dijo haber pagado USD 12 millones al asesor de Santos, el venezolano Juan José Rondón, para que le ayudara a tramitar con el Jefe de Estado una rendición de él y otros capos a cambio de no ser enviado fuera del país.