El Gobierno de Chile ordenó hoy mantener la alerta de tsunami y que el Ejército patrulle junto con la Policía las calles de la ciudad de Iquique, donde más de 300 reclusas huyeron de la cárcel aprovechando el terremoto de 8,2 grados Richter que sacudió el norte del país.
La evacuación de la población que vive en el borde costero de todo el país, decretada a los pocos minutos del temblor a causa del tsunami que se generó, se mantendrá durante las próximas seis horas hasta que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) confirme que ya no hay peligro, anunció el ministro del Interior, Rodrigo Peñaililo.
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Peñailillo agregó que, a tenor de la fuga masiva de las presas de la cárcel de Iquique se decidió de manera preventiva que unos 300 militares, en coordinación con los carabineros, se hagan cargo de la seguridad en Iquique, adonde en las próximas horas llegarán un centenar de miembros de las fuerzas especiales de la Policía para evitar desórdenes y eventuales saqueos.
“En Iquique hemos tomado la medida (…) de que las Fuerzas Armadas, en coordinación con Carabineros y bajo la supervisión de la Intendencia, puedan coordinar para dar la mayor tranquilidad y seguridad a todos los habitantes”, dijo el ministro, que se desplazó a las oficinas de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), en Santiago. La Policía de Investigaciones (PDI) informó a través de su cuenta de Twitter de la detención de al menos 16 de las reclusas que se fugaron de la cárcel de mujeres de Iquique.
El ministro indicó que hasta el momento no existe información oficial de que se haya producido saqueos en Iquique, aunque tanto el Gobierno como la Policía están revisando continuamente la situación en ese lugar y se tomarán “rápidamente” las medidas para evitar desórdenes públicos.
Sin embargo, en la localidad de Alto Hospicio, vecina a Iquique, sí se registraron algunos saqueos a viviendas en sectores populares que estaban vacíos por la orden de evacuación, según indicó el alcalde, Ramón Galleguillos, a medios locales.