Los presos políticos cubanos serán trasladados a partir de hoy a cárceles cerca de sus familias y los enfermos a hospitales. Este es un paso que podría llevar a liberaciones tras un diálogo sin precedentes entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia Católica. El opositor Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace tres meses, dijo que el obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, lo visitó para informarle de la decisión que el Gobierno comunicó al cardenal Jaime Ortega. “La Iglesia los llama pasos previos. A fines de esta semana puede haber otra reunión con Raúl. Lo seguro son los traslados a partir del lunes”, reiteró Fariñas. La disidencia calcula que 17 opositores están en cárceles fuera de sus zonas de residencia y unos 25 los enfermos, de unos 200 que hay en Cuba, aunque el Gobierno no los reconoce. Por su lado, las Damas de Blanco, esposas de presos políticos, se reunieron el sábado con Ortega y ayer realizaron su marcha habitual por la Quinta Avenida, tras la misa en el templo de Santa Rita, oeste de La Habana. “Las gestiones van avanzando, de forma escalonada. No podemos pensar que van a abrir inmediatamente las rejas y salir todos simultáneamente. No sabemos ni cuántos ni cuándo ni la demora en subir otro escalón, pero tenemos fe”, dijo Laura Pollán, líder del grupo. La autorización de mejoras para los presos, confirmada por una fuente de la Iglesia que pidió el anonimato, sería fruto de la reunión que sostuvo el miércoles Castro con Ortega y el presidente de la Conferencia Episcopal, Dionisio García. “Es algo que habíamos pedido. De eso se habló en la reunión”, declaró a AFP monseñor García, arzobispo de Santiago de Cuba.