Seis personas murieron y 31 resultaron heridas ayer en Bangkok en los enfrentamientos entre manifestantes antigubernamentales y militares.La crisis preocupa internacionalmente. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó su “creciente preocupación”, al igual que Singapur, China y Estados Unidos.Los “camisas rojas” piden la renuncia del primer ministro Abhisit Vejjajiva, acusado de ilegítimo, y elecciones anticipadas.Ayer, intensos tiroteos y explosiones se escucharon en Bangkok durante todo el día en nuevas escenas de guerrilla urbana, y se corría el riesgo de que se prolongaran durante la noche.En total, según los servicios de socorro, 22 personas han muerto y otras 172 quedaron heridas desde el jueves en la noche, cuando comenzó de nuevo la violencia. El Ejército había anunciado su voluntad de asfixiar a “los camisas rojas” atrincherados en un barrio del centro de Bangkok, impidiendo todo tipo de suministros.“Hay un plan para evacuar el barrio de Rachaprasong si la ocupación no termina”, declaró Sunsern Kaezkumnerd, portavoz del Ejército. “Por el momento, hay que esperar. Sin una preparación adecuada habrá más pérdidas humanas”, agregó el portavoz.Ayer, los enfrentamientos comenzaron al amanecer, cerca del límite norte del barrio controlado por los “camisas rojas”, zona donde hasta el momento no se habían registrado combates.“La situación actual es casi de guerra civil”, dijo por su parte Jatuporn Prompan, uno de los líderes de los manifestantes.Después del fracaso de 10 días de negociaciones, el Gobierno decidió asfixiarlos logísticamente, privándolos de agua, electricidad y alimentos. El Ejército instaló retenes en todos los accesos al barrio “rojo”, donde los manifestantes instalaron barricadas. “No sé cómo va a terminar el conflicto”, dijo el mismo líder “rojo”.Desde el comienzo de la crisis, la más grave que haya conocido Tailandia desde 1992, han muerto 46 personas.