Una serie de atentados ensangrentaron ayer en Bagdad las conmemoraciones de la muerte del iman Musa Kazim, una de las peregrinaciones más importantes del islam chiita, con al menos 33 muertos y 99 heridos.El ataque más mortífero fue perpetrado en el barrio sunita de Azamiya (norte), por donde pasan muchos peregrinos camino del mausoleo del imán Musa Kazim, lugar de peregrinación anual para la comunidad chiita en el distrito vecino de Kazimiya.Hacia las 19:45 (16:45 GMT) un kamikaze detonó su chaqueta de explosivos matando a al menos a 28 peregrinos e hiriendo a 63, según un responsable del Ministerio del Interior. La zona fue acordonada.Además estallaron artefactos en los barrios Al Jadida y Fudailia, en el este de la capital, con un saldo de 5 muertos y 36 heridos, anunció un responsable policial.Los chiitas, mayoritarios en Iraq, son un blanco privilegiado de los grupos armados sunitas. En abril del 2009, dos mujeres kamikazes detonaron sus explosivos cerca del mausoleo: 65 muertos.Y eso que se desplegó un imponente dispositivo de seguridad para acoger a cientos de miles de peregrinos en una capital tomada por las fuerzas de seguridad. Desde el martes se cerraron muchas calles y se cortó el tráfico en puentes sobre el Tigris, lo que no ha hecho más que agravar los atascos.“La circulación de las motos, de las bicicletas y de las carretas está prohibida en toda la ciudad hasta nueva orden”, afirmó el portavoz del comando de las operaciones de Bagdad, general Qasem Ata. Además, había vigilancia aérea.Ayer también se frustró un ataque cerca de Abu Graib, 20 km al oeste de Bagdad. Militares abrieron fuego contra un vehículo que se negaba a parar y el conductor hizo estallar el coche, hiriendo a cuatro soldados. La víspera hubo seis muertos y 25 heridos en ataques contra fieles chiitas.En las avenidas de Kazimiya se instalaron tiendas de campaña para ofrecer agua, comida y sombra a miles de fieles bajo un sol abrasador, en las celebraciones que terminan por la noche.Hamid Taleb, un desempleado de 47 años, confesó que nada podría impedirle participar en la peregrinación, la segunda más importante en Iraq. “Incluso en la época de Saddam Hussein, cuando estaba prohibido viajar en grupo para la peregrinación, lo hacía campo traviesa”, contó.
En los alrededores del mausoleo, unos altavoces difunden canciones sobre la vida de Musa Kazim, el séptimo de los 12 imanes venerados por los chiitas que murió en prisión en 799 evenenado por orden del califa abasí Harun al Rachid, según la tradición.