Joaquin Guzman Loera, conocido como “el Chapo Guzman”. Foto: Archivo
Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán comparece ante el juez en una corte federal de Nueva York. La nueva vista oral preparatoria de su juicio arranca con expectativa por la posibilidad de que el narco mexicano pueda tomar la palabra para quejarse de las condiciones de su cautiverio.
El abogado del exjefe del cártel de Sinaloa, uno de los más sanguinarios en la historia de México, ha pedido al juez Brian Cogan que su cliente pueda dirigirse a él para hablar de las condiciones en las que, en una prisión de máxima seguridad de Manhattan, espera el inicio de su juicio en septiembre.
Quiere hablar también de su salud mental y de la financiación de su defensa. La fiscalía se opone a ello, como ya hizo en la vista anterior, en febrero, por la posibilidad de que sea una estrategia para mandar un mensaje oculto. En la sala de la corte no están permitidas la cámaras de televisión ni ningún aparato que pueda grabar video o audio, pero sí hay periodistas presentes.
Además, como la vista es pública, cualquiera que llegue a tiempo sentarse en uno de los bancos reservados al público, que es donde lo hacen su mujer, la ex reina de la belleza Emma Coronel, y las dos gemelas de seis años que tienen juntos. ‘El Chapo’ está acusado de 17 cargos. El de manejo de organización criminal es el principal. Ninguno de ellos es un delito de sangre, pero basta con que sea considerado culpable en solo uno para que pueda ser condenado a cadena perpetua.
El abogado del mexicano, Eduardo Balarezo, se queja continuamente de la dureza del régimen de aislamiento en el que se encuentra ‘El Chapo’ desde que fue extraditado hace ya casi un año y tres meses. Asegura que está mermando su salud física y psíquica. “Vomita casi todos los días”, dijo tras la vista anterior.
El letrado ha hablado de alucinaciones auditivas y de depresión de su cliente, confinado 23 horas al día en una celda de 15 metros cuadrados donde nunca se apaga la luz. La incomunicación dificulta además el pago de los honorarios al abogado porque cierra a ‘El Chapo’ el acceso a sus fondos.
La revista Forbes llegó a considerar a ‘El Chapo’ como uno de los hombres más ricos del planeta. Pero de los activos por valor de USD 14 000 millones que las autoridades calculan que amasó con sus negocios ilícitos no se encontró de momento ni un centavo. El régimen de aislamiento en el que está tiene como objetivo evitar una fuga como las dos que protagonizó en México, así como impedir que pueda retomar las riendas del cártel o dar órdenes desde su confinamiento, asegura la fiscalía.
En febrero, el juez Cogan estuvo a punto de permitir a ‘El Chapo’ tomar la palabra cuando este quiso pedir a sus familiares que pagaran a su abogado y asegurar que quiere ir a juicio, después de que el diario mexicano El Universal publicara que su familia estaba analizando abandonar su defensa ante la dificultad de ganar el proceso.
La fiscalía hizo cambiar de parecer al juez, que conminó al abogado a solicitar por escrito y anticipado la palabra para su cliente, sin garantizar que fuera a concedérsela. “Estoy enfermo por toda la situación”, llegó a decir bajito entonces ‘El Chapo’ antes de ser interrumpido por los fiscales.
Hasta ese momento solo se le habían escuchado escasas frases, y muy cortas, pronunciadas en español y traducidas al inglés por un intérprete, como respuesta a las preguntas del juez. Estados Unidos acusa a ‘El Chapo’ de introducir toneladas de droga al país al frente de lo que el Departamento del Tesoro calificó como un “imperio criminal” de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas.
Su destino estará en manos de un jurado de 12 personas que comenzará a ser seleccionado en agosto mediante un cuestionario y que quedará definitivamente conformado a partir del proceso de selección in situ que arranca el 5 de septiembre.
El juez fijó en 650 personas el universo inicial de potenciales jurados para empezar la selección, pero tanto la defensa como la fiscalía pedirán hoy que la cifra se eleve a al menos un millar, sabedores de las dificultades de encontrar 12 jurados y seis suplentes para un juicio que durará al menos tres meses y en el que el jurado será anónimo y estará protegido por agentes de la ley para evitar que el entorno de ‘El Chapo’ pueda presionarlo.