Santiago Estrella Garcés. Corresponsal en Buenos Aires
El festejo de Estudiantes fue emotivo. ¿Eran así en los tiempos en que ustedes lograron los títulos de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental?
Los festejos siempre han sido iguales. Aunque no fue con una caravana que demoró más de seis horas, han sido bastante parecidos. Hay que entender que la gente de La Plata siempre nos ha acompañado y vive con mucha pasión el fútbol. Pero en ese tiempo era algo distinto porque recién comenzábamos la campaña que nos dejó tantos títulos.
HOJA DE VIDA
Juan Ramón Verón
Nació el 17 de marzo de 1944 en La Plata. Jugó en Estudiantes desde 1962 -1972; de 1975-1976 y en 1980-1982.
Es más conocido como ‘La Bruja’. Fue campeón de la Copa Libertadores en 1968, 1968 y 1970.
El gol histórico lo hizo ante Manchester City (1-1) con el que ganó la Intercontinental.Y en lo futbolístico, ¿había alguna diferencia?
Eran otros tiempos y otros hombres. La diferencia estaba en que nosotros éramos un equipo que trabajó desde hace mucho tiempo de la mano de Osvaldo Zubeldía. Algo así como dos o tres años. Ahora ya no hay tanto tiempo para trabajar. Si un jugador rinde bien, a los seis meses ya lo venden y se debe armar otro equipo. Estudiantes, de algún modo, trata de mantener su estructura.
Esa mística de Estudiantes, ¿en qué consiste?
La mística en el fútbol tiene que ser el estandarte diario. Lo bueno de Estudiantes es que siempre en todas las copas ha sacado a relucir algo más, un poquito más de eso. Sobre todo es que siempre lo ha debido hacer de visitante. De los 10 torneos que ha ganado, en su historia, solo una vez fue de local.
¿Cómo vivió usted el encuentro de Belo Horizonte?
Fue una emoción porque el sueño de Juan Sebastián (ndlr: su hijo que fue figura) se cumplió. Eso me puso contento porque era lo que él quería. Cuando volvió de todo su paso por Europa, quiso hacer una buena campaña con Estudiantes. Y lo logró.
Otro de los elogios para su hijo es que regresó al Estudiantes más por amor que por lo económico.
Es verdad. Cuando él me dijo que quería volver, en seguida le dije qué bueno. Ya había estado mucho tiempo afuera y quería volver. Era, además, el momento justo, porque seguía teniendo un gran nivel para jugar en cualquier equipo importante de Europa. Pero prefirió lograr algo con el equipo al que quiere.
¿Hay una dinastía Verón en Estudiantes?
Eso es porque las cosas se han dado de esa manera. Antes fui yo y hoy es mi hijo, pero ojalá que se siga dando en el futuro (se ríe).
El técnico Alejandro Sabella llegó a decir que Juan Sebastián es el jugador más influyente de la historia de Estudiantes. ¿Está de acuerdo?
Lo que pasa es que en un momento de emociones se dicen muchas cosas. Puede ser que sea así, pero Estudiantes siempre ha tenido jugadores que le han dando muchas cosas al club.
Es cierto que su hijo llegó no solo a jugar, sino para ayudar en el cambio institucional… ¿Es verdad eso?
Sí, él vino con toda la influencia de cómo organizar un club, de modernizarlo, hacerlo más eficiente. En ese sentido, trajo la escuela europea y es valioso.
Se habla mucho de su generación, ¿se puede decir que esta generación siente la impronta de la suya?
Ellos se han criado con nosotros, siempre hemos estado cerca. Estudiantes es más una familia, en donde todos convivimos y hacemos muchas cosas juntos.
¿A usted por qué le dicen ‘la Bruja’, cuándo nació eso?
Eso viene desde abajo, de cuando yo jugaba en las divisiones menores. No recuerdo a quién, pero a alguien se le ocurrió que yo me parecía a una bruja, y así quedó. Desde entonces me dicen así, y mi hijo heredó ese sobrenombre.
Una de las primeras hazañas del fútbol ecuatoriano es haber ganado a Estudiantes, en 1971. Además, le sacó el invicto en la Libertadores…
Es más que eso porque es el único partido que Estudiantes perdió de local en su historial de la Libertadores ante Barcelona. Nunca nadie más lo ha podido hacer. Ese año no lo podíamos creer.
¿Qué pasó en esa época?
Nos confiamos un poquito. Ya habíamos ganado en Ecuador (1-0). Entonces, nos pareció obvio que ganaríamos acá. Pero vino el gol de Manuel Bazurco y perdimos. Fue algo extraño.