Dos momentos del periplo creativo del artista Miguel Betancourt componen la muestra ‘El árbol incesante’, que se abre hoy, a las 19:00, en la Alianza Francesa de Quito (Eloy Alfaro y Rusia).
La sala Gangotena-Michaux de la institución recoge 45 obras de mediano y gran formato que el pintor trabajó a principios de la década de los noventa y en los últimos años. Ambas etapas están signadas por las preocupaciones y obsesiones que el autor ha desarrollado durante toda su carrera: el medio ambiente (representado en el signo del árbol), las resonancias de la pintura clásica europea, la intensidad cromática y la inquietud experimental por las texturas y los soportes.
La figura del árbol es un pretexto que ha atravesado su visión estética desde los inicios mismos no solo de su carrera sino de su vida. “Allá en los campos de Cumbayá a mediados de los sesenta los árboles eran como símbolos de la inmensidad de la noche que se cernía todas las noches sobre nuestras cabezas”. La muestra se quedará hasta el 13 de agosto.