Las conclusiones del informe Racismo y Xenofobia 2009, realizado por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia -del Ministerio de Trabajo- revelan a una sociedad española cada vez menos tolerante con los inmigrantes. El estudio, realizado a través de 3 000 entrevistas a ciudadanos españoles en sus domicilios, está marcado por un contexto de fuerte recesión económica y desempleo en la Península.
Terrón, nueva Sec. de Inmigración
Una europeísta llega a la Secretaría de Estado e Inmigración. Ana Terrón (foto) reemplaza a Consuelo Rumí. La posesión se realizó en el Ministerio de Trabajo, el pasado martes. La funcionaria ha sido durante más de 15 años eurodiputada por el PSOE y en ello enfatizó el Ministro Corbacho. “Es una referencia europea en temas de Inmigración”. Precisamente ese parece ser el nuevo rumbo de la política inmigratoria española: la sintonía con el resto de la Unión.
De su lado, Ana Terrón, agradeció al Ministro “la confianza depositada… Para mí es una apuesta en temas que he tratado en profundidad y afronto este reto con mucha ilusión”, señaló.Un factor clave -explica el texto- para el crecimiento de la xenofobia es el sentimiento de “competencia” por parte de los nativos hacia los foráneos para acceder a unos recursos más limitados -debido a la crisis-, a un mercado laboral más estrecho y a unos servicios y prestaciones sociales más demandados.
Este peligroso factor genera a su vez una “magnificación” de la presencia de los extranjeros, la solicitud de restricciones a su llegada e incluso “deseos de expulsión”. “El miedo en la población nativa a perder la preferencia en el acceso a recursos… aumenta el antagonismo hacia ellos”, indica el documento. Así como atribuye un papel protagonista a los medios de comunicación en la “configuración de la imagen colectiva de la inmigración”.
Los encuestados creen que existen más inmigrantes de los que realmente hay.
Su percepción es que en España reside un 22,7% de extranjeros, cuando la realidad revela un 12%. El informe también incluye testimonios de inmigrantes sobre experiencias y actitudes hacia ellos.
“Una vez en el metro dejé el asiento a una señora mayor y me dijo que cómo se notaba que era una joven guapa y española. Le dije que era rumana y se quedó de piedra (risas)”, relata una joven rumana de 18 años, que cree que ha tenido un buen recibimiento porque “es castaña, de ojos azules y viste normal”.
Al respecto, el Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, descartó que en España haya “un sentimiento xenófobo”. Añadió que no son más que percepciones, “más allá de que pueda haber alguien con intereses políticos que las cultiven”, manifestó refiriéndose al partido xenófobo catalán Plataforma per Catalunya.