Tegucigalpa, San José, Managua. AFP y Reuters
El Gobierno de facto hondureño y el presidente depuesto, Manuel Zelaya, rechazaron las últimas y definitivas propuestas del mediador Óscar Arias, presentadas ayer en San José, y que insistían en la vuelta del segundo al poder.
Zelaya dijo que la nueva propuesta de acuerdo interhondureño presentada por el Presidente de Costa Rica “ha fracasado prácticamente”, en declaraciones a la cadena Telesur. “Llegamos a acceder en todo lo que se nos pedía, a aceptar todo tipo de condiciones…, dijo en relación con las negociaciones que han sostenido en San José.
1 kilómetro
de largo por el ancho de una avenida midió la marcha de ayer a favor de Micheletti.
Según Zelaya, quien se encuentra en Nicaragua, los representantes del gobierno de Micheletti “han traicionado a Arias, a la Organización de Estados Americanos, a la Organización de Naciones Unidas, a todos los presidentes”.
Por su parte, el líder del gobierno de facto, Roberto Micheletti, dijo que espera en Honduras a la delegación que envió a San José para comentar las propuestas definitivas, aunque su canciller ya avanzó que no aceptarán el regreso de Zelaya.
“Ahora no puedo hablar, la comisión no me autoriza”, dijo Micheletti en Tegucigalpa. Sin embargo, su ministro de Relaciones Exteriores, Carlos López, fue tajante:
“Esta es una situación que no va a ninguna parte mientras siga la pretensión de imponer a Zelaya como quien impone a un gobernador en una colonia”. “El retorno del señor Zelaya como presidente, imposible”, sentenció López en declaraciones a la cadena de televisión CNN en español.
Arias definió su nueva hoja de ruta como “razonable, equilibrada, balanceada” y constaba de 12 puntos, entre ellos un calendario que preveía el regreso de Zelaya para el 24 de julio.
“Si están de acuerdo, lo pueden firmar hoy o una vez que lo analicen con mayor profundidad”, señaló Arias, quien les dijo que “si no quieren seguir con esta mediación”, pueden acudir a otros foros, entre ellos, la OEA para buscar una solución a la peor crisis de las casi tres décadas de la joven democracia hondureña” .
Una novedad del plan Arias era que prevaleciera la situación anterior al golpe de Estado, lo que implicaba que Micheletti hubiera vuelto a ocupar su sillón de presidente del Congreso Nacional.
Al mismo tiempo, las propuestas, bautizadas como Acuerdo de San José, imponían a Zelaya olvidarse reformar la Constitución para lograr su reelección, el objetivo que precipitó el golpe de Estado del 28 de junio.
Mientras tanto, en Tegucigalpa, los partidarios de Micheletti marcharon para rechazar “las presiones e injerencias extranjeras”. Vestidos de blanco y alzando banderas hondureñas, los miles de asistentes a la “gran marcha de patriotismo y valor” se congregaron en la mañana en Bulevar Suyapa y marcharon al estadio de béisbol Lempira Reina, donde se efectuó un acto político-artístico.