Redacción Judicial
Para hoy se prevé una nueva manifestación por la muerte de Natalia Emme, de 26 años. Ella fue arrollada el 14 de enero, en el norte de Quito, por un Vitara blanco de la Fiscalía General del Estado. Supuestamente lo conducía Aliz Borja, esposa del fiscal general, Washington Pesántez.
El remitido polémico
El fiscal de Esmeraldas, Lenin Arroyo, aclaró que no tiene nada contra Pesántez, pero que se le debió preguntar previamente si apoyaba al Fiscal. “Si me consultaban es posible que hubiera firmado el remitido”.
El remitido, incluso, fue criticado por la defensa de Borja. Víctor Hugo Cevallos pidió a los funcionarios de la Fiscalía no emitir comentarios mientras se desarrolla la indagación.
La preocupación de la familia Emme Bedoya es que el proceso judicial por la muerte de Natalia llegue a manos del fiscal de Pichincha, Marco Freire, quien se adhirió al remitido de prensa de respaldo al Fiscal General.
María Elena Bedoya, madre de Natalia, dijo que se concentrarán en el parque El Arbolito, a partir de las 10:00. “El hijo de Natalia cumple años hoy y vamos a caminar hasta la Fiscalía para demandar la salida del fiscal Pesántez”.
Para Bedoya, mientras él sea parte de la institución la indagación no se desarrollará con independencia. Aunque el propio Pesántez dijo que habrá un proceso justo. Ahora el caso se encuentra en etapa de instrucción previa.
La semana pasada la fiscal de Tránsito de Pichincha, a cargo del proceso, Mariana López, receptó las versiones de dos testigos que estuvieron en el sitio del accidente. Además del policía que realizó el parte, Gonzalo Cayambe.
Ahí se dice que el conductor del Vitara era el policía Wilson Velasteguí y no la esposa del Fiscal. El gendarme también refiere que llegó cinco minutos después del accidente. “Por versiones de conductores que pasaban por el lugar me enteré que hubo un accidente. Procedí a tomar la versión del conductor”.
Pero esto dista de la versión que dio el testigo Xavier Sánchez. Él aseguró que el día del accidente se encontraba en el departamento de un amigo, frente al sitio donde se produjo la tragedia.
“Escuché un frenazo extremadamente largo y fuerte. La empleada fue a ver por la ventana y pegó un grito diciendo que habían atropellado a una chica”. El Vitara, sostiene, estaba con la parte delantera destrozada y vi que salía de la parte izquierda del vehículo blanco, “del asiento del conductor”, la señora implicada que para ese momento no sabía de quién se trataba”.
“Luego fui a ver el cuerpo de Natalia que yacía en el asfalto y empezaron a llegar elementos de la Policía, en muy poco tiempo, llegaron de todos lados”. Algo que me sorprendió de este hecho fue que no le pidieron papeles a la señora…”.
Pero Borja dice que bajó del asiento trasero del conductor y que no conducía el Vitara. “La gente quería quemarme”, refirió. “Me golpearon y me patearon y si no hubiera sido por la Policía no sé qué hubiera pasado”.
Los fiscales distritales y empleados de la Fiscalía se solidarizaron con Pesántez, a través de un remitido de prensa, donde aseguran que Borja no conducía el Vitara, sino el policía Wilson Velasteguí.
Antonio Gagliardo, fiscal del Guayas, aseguró que su posición no implica adelantar criterios como parte procesal. “Lo que hicimos es apoyar a una persona que ha combatido la corrupción en el país”. Mientras, el fiscal de Esmeraldas, Lenin Arroyo, confirmó que se tomó arbitrariamente su nombre. “A mí nadie me consultó nada. Yo no conocía el texto. Me enteré por los periódicos”, dijo.