Redacción Sierra Centro
Los cambios bruscos de temperatura y la ausencia de lluvias siguen en las ciudades de Ambato y Riobamba.
Según un reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), durante el fin de semana se registró, por las madrugadas, una temperatura mínima de 0,3 grados centígrados, en ambas ciudades.
A partir del mediodía, la temperatura llegó a los 26,8 grados centígrados. El día más caluroso fue el sábado.
Según Hernán Parreño, técnico del Inamhi, esto es ocasionado por la influencia del viento del Caribe. “Esto evita que no se formen nubes. Por eso, las mañanas son soleadas y despejadas. Se prevé que el buen tiempo durará dos días más”.
Ayer en la mañana, se registró una temperatura de 10,6 grados centígrados. En la tarde, el calor aumentó en ambas urbes.
La temperatura llegó a los 26 grados. En el momento, en las calles de Ambato, la gente usa gorras para protegerse del sol y compra agua para hidratarse. Las heladerías están llenas.
“El domingo atendí a 400 personas. La gente compra helados y bolos para refrescarse. El calor es insoportable”, cuenta Luisa Oleas, dueña de una heladería en el norte de Ambato.
Rafael Maldonado, gerente de la Empresa de Agua Potable Ambato, afirma que hay preocupación por el estiaje.
“La sequía se ha acentuado. Hay problemas de desabastecimiento de agua potable en la zona alta de la ciudad”.
En esta urbe, el río Ambato es la principal fuente de abastecimiento de agua. Actualmente, el caudal es bajo.
Esto se puede observar desde el puente Luis A. Martínez. Maldonado dice que en la planta de tratamiento, ubicada en el sector Casigana, el ingreso del líquido disminuyó de 260 litros por segundo a 160.
En Ambato hay siete barrios perjudicados por la falta de caudal en el río.
Los sectores son La Pradera, La Presidencial, Simón Bolívar, Letamendi, La Floresta, San Cayetano y La Esperanza. La empresa difunde los horarios de racionamientos, a través de los medios de comunicación.
“En el resto de la ciudad, el abastecimiento de agua es normal. Sin embargo, en algunos sectores llega con poca fuerza”, explica Maldonado.
Esto ocasiona que en Ficoa y en otras zonas de la urbe la gente deba usar tinas para tener reservas del líquido.