Redacción Sierra Centro
La iluminación del parque Sucre atrae, desde la semana pasada, a decenas de personas. Más de 20 000 focos y 15 árboles cubiertos con luces multicolores adornan este lugar, ubicado en el Centro Histórico de Riobamba.
Los árboles y renos en tamaño real muestran luces blancas, rojas, lilas, anaranjadas, verdes… Las alegorías fueron colocadas por los técnicos de la Empresa Eléctrica Riobamba, para celebrar la Navidad y el fin de año.
Joe Ruales, gerente de la entidad, explica que esta iluminación ayuda al ahorro de energía. “Las familias salen en las noches al parque y dejan los focos de sus viviendas apagados”, señala.
La iluminación consume 15 kilovatios de energía, que provienen de la planta generadora que la empresa tiene en el edificio, frente al parque. Además, desde este año, los técnicos utilizan la tecnología en iluminación conocida como ‘lets’, que ahorra el consumo de energía.
El parque Sucre estará iluminado hasta el próximo 6 de enero. Las luces se prenden desde las 18:30 hasta las 24:00.
Ruales señaló que la iniciativa de colorar luces se inició hace tres años con una visita a Medellín. Allí, los técnicos miraron los arreglos navideños que se exhibían en esta ciudad durante esta época. Por ello, la empresa realizó algo similar en Riobamba.
Este año, la Empresa Eléctrica invirtió USD 7 000 en la colocación de luces. Además, asignó USD 12 000 para el alquiler de los 15 árboles luminosos.
El fin de semana, el parque estuvo lleno de turistas y riobambeños que admiraron las luces. “Por la crisis, en algunas ciudades no pusieron adornos. En Riobamba, la Empresa Eléctrica hizo un esfuerzo para adornar el centro que luce bello”, dijo José Molina, un ambateño.
Testimonios
Ana Tello/ Cuenca
No podemos hacer el pan ni ofrecer bebidas
Las pérdidas son grandes en la cafetería y panadería donde trabajo, en el centro de Gualaceo (cantón azuayo). Cuando quitan la electricidad, tenemos que amasar a mano para elaborar los panes, porque no hay cómo utilizar las máquinas. Esa labor demora más tiempo. Además, los helados y otros productos que comercializamos se nos dañan, porque no hay cómo refrigerarlos. Incluso, cuando no tenemos energía debo anticipar a los clientes que no disponemos de café en sus distintas variedades. Además, hacemos roseros, bebida tradicional, y necesitamos frutas. El problema está en que no podemos guardarlas.
Karina Campoverde/ Orellana
Tengo problemas con los quehaceres de la casa
Soy ama de casa, vivo con mi esposo y mi hija pequeña. Los apagones me han afectado bastante, tanto en el bolsillo como en mis tareas cotidianas. Antes acostumbraba a hacer compras para la semana, ahora únicamente compro para el día. Ya no se puede tener carne ni embutidos en el congelador más de dos días, porque se dañan.
La incomodidad es en todo sentido, muchas veces he tenido que enviar a mi hija al Jardín sin su jugo. También hay que lavar la ropa y los uniformes y eso me pone en apuros. Aun así me sorprende que las planillas me salgan con costos demasiado altos. Yo pagaba USD 10 y, ahora, me sale USD 20.