Tegucigalpa. ANSA y Redac. Mundo
Honduras inició ayer una etapa política destinada a doblar la página del golpe de Estado que sacó del poder a Manuel Zelaya.
El conservador Porfirio Lobo, que asumió ayer la Presidencia , parece decidido a restañar las heridas que abrió el golpe y la consecuente crisis política. Como primer acto de su gobierno, aprobó una amnistía que favorece en especial a los autores de la asonada de junio de 2009, que desalojó del poder a Zelaya.
En su primer discurso al país, Lobo prometió luchar contra la pobreza y recuperar los vínculos con el mundo. Además, habló con insistencia de “reconciliación”, en un país que está profundamente dividido tras el golpe a Zelaya, que partió ayer a República Dominicana (ver nota anexa).
En una ceremonia realizada en el estadio Nacional de Tegucigalpa, Lobo hizo el juramento ante el presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández. Este, al igual que el nuevo Mandatario, pertenece al Partido Nacional.
La ceremonia contó con la presencia de los presidentes de Taiwán, Ma Ying-jeou; de Panamá, Ricardo Martinelli, y de República Dominicana, Leonel Fernández, y del vicepresidente de Colombia, Francisco Santos. Asimismo, participaron delegaciones de Estados Unidos, Belice, Marruecos, Turquía, Suiza, Israel, Canadá, Malta, Costa Rica, El Salvador, Perú, Alemania y Francia.
Lobo agradeció la presencia de representaciones extranjeras y también al mandatario de Costa Rica, Óscar Arias, y al presidente Fernández, por haberse interesado en la crisis hondureña.
También a la Organización de Estados Americanos (OEA), “por haber estado en permanente contacto conmigo, dando seguimiento a la crisis política de Honduras. Estoy seguro que muy pronto se permitirá nuestra reincorporación”. Honduras fue excluida de la OEA tras el golpe.
El nuevo Presidente agradeció asimismo a la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, “por sus esfuerzos en pos de la normalización de las relaciones entre nuestros dos países”.
“Honduras abre sus brazos amigos a todos los pueblos del planeta, sea cual fuere su orientación política, su raza o su religión” , insistió en tono conciliador. Adicionalmente, prometió gobernar con la participación de todos los partidos políticos.
Las elecciones que dieron el triunfo a Lobo se realizaron bajo la dictadura de Roberto Micheletti y con el país sitiado por policías y militares, acusados de perseguir a opositores y de cometer asesinatos y desapariciones.
En principio la comunidad internacional desconoció al Régimen de facto, pero luego Estados Unidos avaló las elecciones con el país en manos de Micheletti y a ello se plegaron algunos gobiernos latinoamericanos, como los de Colombia, Panamá y Perú.
Mientras se realizaban los actos de posesión, el Frente de la Resistencia marchaba por Tegucigalpa en rechazo al golpe, a las elecciones que realizó y al gobierno surgida de ellas, así como para reiterar el pedido de que se reconozca a Zelaya como presidente constitucional del país.