Redacción Deportes
Al término del primer tiempo, cuando la final era un partido aburrido y Deportivo Quito mostraba su más pálida imagen, Rubén Darío Insúa arengó a sus pupilos.
El DT esperó cinco minutos hasta que los jugadores relajaran sus músculos. Se acomodó su elegante abrigo negro y habló con el equipo, pidió mayor compromiso y entrega. “Si quieren salir campeones deben salir el segundo tiempo a matar. Es la única forma de salir campeones, hay que atacar”.
El pedido del ‘Poeta’ surtió efecto inmediato, confesó el preparador de arqueros del equipo, Francisco Caicedo. En el segundo tiempo el Quito mejoró y ganó… Entonces se prendió la fiesta.
Al final del juego, en la boca del túnel, el presidente del Deportivo Quito, Santiago Ribadeneira, se desesperaba por ingresar. Lo acompañaba el medallista olímpico Jefferson Pérez, quien miró el compromiso en el palco y fue invitado por Ribadeneira para felicitar a los monarcas durante la premiación. Al mirar el forcejeo, el múltiple campeón de marcha decidió hacerse un lado y ‘mirar los toros desde lejos’.
En la cancha, los jugadores celebraban ajenos a los empujones de la boca del túnel. Las postales eran conmovedoras. Johvanni Ibarra, el candado de la ‘AKD’ en las dos últimas temporadas, se lanzó al suelo y empezó a agradecer a Dios y la Virgen de El Quinche.
Después lo abrazaron sus tres hijas Daniela, Geovana y Camila. El guardameta, de 40 años, las acarició con ternura
El festejo del bicampeonato también fue especial para Geovanny Caicedo. Él recordó a Simao, su pequeño crío, quien falleció el año pasado a los 40 días de nacido. ‘Cuchara’ llevaba una camiseta con el nombre de su hijo y se abrazaba con Michael Arroyo.
En los festejos también se vio al ex preparador físico, Gabriel Martínez. “Los jugadores me invitaron a formar parte de esta final”. También contó que Mauricio Donoso le regaló una camiseta.
Luego de ese festejo inicial, los jugadores del Quito volvieron al camerino antes de recibir las medallas y el trofeo de campeón. Eran las 18:30 cuando empezó a llover con intensidad en el Atahualpa. La ceremonia de premiación se realizó en medio del aguacero, mientras en la preferencia, la hincha seguía alentando.
El primero en recibir la Copa fue Iván Hurtado, pese a que la banda de capitán la tenía Luis Saritama. En tanto, Iván Borghello agitaba sus brazos y pedía a la Mafia Azulgrana que entonara: “Quiteños, quiteños de corazón. Salta la Mafia y dale al tambor, que el Quito ya es campeón”.