Moreno quiere 'refrescar la democracia' en Ecuador con la consulta popular

En el Palacio de Carondelet, el presidente Lenín Moreno fue entrevistado por los periodistas Janeth Hinostroza, Estéfani Espín y Eduardo Khalifé. Foto: Secom

En el Palacio de Carondelet, el presidente Lenín Moreno fue entrevistado por los periodistas Janeth Hinostroza, Estéfani Espín y Eduardo Khalifé. Foto: Secom

En el Palacio de Carondelet, el presidente Lenín Moreno fue entrevistado por los periodistas Janeth Hinostroza, Estéfani Espín y Eduardo Khalifé. Foto: Secom

El presidente Lenín Moreno aseguró el 21 de enero del 2018 que quiere "refrescar la democracia" en su país y que por ello convocó a una consulta popular para el próximo 4 de febrero, en el que su principal rival será su antecesor y exideario de  Rafael Correa.

Moreno, durante una entrevista con los periodistas Janet Hinostroza, Estéfani Espín y Eduardo Khalifé aseguró que la consulta popular responde al proceso de diálogo que llevó adelante en meses pasados con casi todos los sectores sociales y políticos del país, aunque reconoció que se han escapado varios temas.

La consulta popular impulsada por Moreno versa sobre la lucha anticorrupción, la reelección indefinida, la plusvalía, el cuidado del ambiente en proyectos mineros y petroleros, y la no prescripción de los delitos sexuales contra niños.

"Acudiremos al pueblo ecuatoriano tantas y cuantas veces sean necesarias", remarcó el gobernante al insistir en que en la actualidad hay que "refrescar la democracia", crear nuevos liderazgos e impulsar el principio de alternabilidad en el poder.

La declaración de Moreno tenía como destinatario a Correa, a quien acusa de casi todos los males que sufre el país, especialmente de la corrupción y de haber gobernado el país con un aire autoritario.
Moreno fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2012 y en las elecciones del año pasado se presentó como candidato del oficialista movimiento Alianza País.

Sin embargo, apenas asumió el poder en mayo pasado, de manos de Correa, se distanció de su antecesor y prometió desligarse de su forma de gobernar.

Moreno, no obstante, se ha declarado también izquierdista, como Correa, y hoy aseguró que "con la derecha ecuatoriana estamos en veredas distintas", en referencia a las críticas de su predecesor, en el sentido de que se había alineado con empresarios y banqueros.

El principal objetivo del Gobierno es "atender a los sectores más desprotegidos", dijo Moreno, pero destacó las coincidencias que han surgido con sectores empresariales y políticos de derechas.

"Es bueno que empiecen a haber coincidencias", añadió el gobernante tras reprochar, sin nombrar a nadie, que varios excompañeros suyos "se quedaron en el socialismo del siglo pasado".

Moreno también aseguró que en sus ocho meses en el Gobierno, el país ha encontrado estabilidad política y que la democracia se profundizará tras el triunfo que, según dijo, va a lograr en la consulta popular.

Por contra, Correa aupa en la actual campaña para la consulta el No en al menos tres de la siete preguntas y, sobre todo, critica la pretensión de Moreno de reformar la conformación de una entidad encargada de designar a las autoridades de los organismos de control.

Moreno replicó a Correa y aseguró que en el transitorio Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) pondrá a personas "probas" y sin tacha, que dirigirán el organismo por un año, hasta que se elijan a sus integrantes por voto popular.

Apostilló que el conjunto de la consulta popular es una parte de la "cirugía mayor" que prometió para fortalecer la democracia y luchar contra la corrupción que, según dijo, campó en el periodo de Correa.

"Tengan fe", dijo Moreno a sus compatriotas y prometió que "el futuro va a ser un futuro luminoso".

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