El primer satélite geoestacionario argentino, el ARSAT-1, que ofrecerá servicios de comunicaciones al país y también a los vecinos Chile, Uruguay y Paraguay, fue lanzado hoy, 16 de octubre del 2014, con éxito al espacio. “Somos el primer país latinoamericano capaz de producir íntegramente su satélite geostacionario”, destacó la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, mediante una cadena nacional, en la que anunció que el ARSAT-2 ya está construido “en un 70 por ciento”. La puesta en órbita del ARSAT-1 se realizó desde la base de Kourou, en la Guayana Francesa y fue televisada en la Argentina.
El cohete Ariane 5, que llevaba el ARSAT-1, despegó desde el Centro Espacial de Guayana Francesa, tras la orden de la ingeniera argentina Ana Caumo, jefa del proyecto de construcción en el instituto científico Invap.
El lanzamiento se demoró 44 minutos debido a una contingencia climática y un chequeo técnico de último momento, pero estaba dentro de la ventana de alrededor de una hora prevista. “De ahora en más tenemos unos diez días de órbita de transferencia hasta llegar a la órbita geoestacionaria”, dijo José Aurelio, jefe de Operaciones Satelitales en la Estación Terrena Benavídez. Fernández de Kirchner siguió el despegue desde la Casa de Gobierno en Buenos Aires. “ARSAT-1 ya va camino al espacio. Cuánta emoción”, escribió la jefa de Estado en la red social Twitter, donde añadió: “Equipo argentino, felicitaciones a todos!”.
El lanzamiento del satélite argentino fue tendencia Twitter a través de los hashtag #SoberaniaSatelital y #OrgulloArgento.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, participó del lanzamiento en la base de Guayana Francesa y destacó que la Argentina “entra a un grupo selecto de ocho países que se ocupan de la tecnología” junto con Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, India y la Unión Europea.
El funcionario estimó que el proyecto implica “autodeterminación, soberanía y fuentes de trabajo”. El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, dijo que es “un día histórico” y consideró que se trata de “un hito para la tecnología nacional, porque Argentina es uno de los pocos países en el mundo capaz de desarrollar satélites propios porque cuenta con recursos humanos altamente calificados”.
El proyecto, totalmente argentino, demandó una inversión de USD 270 millones y permitió a la Argentina no perder la posición orbital 81, que enfoca desde Estados Unidos hasta las Islas Malvinas, y a la que también aspiraba el Reino Unido, primero en la lista de espera de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
El ARSAT-1 girará a 11.000 kilómetros por hora, transmitirá a través de 24 canales en banda Ku y el equipo tendrá una vida útil de 15 años, se informó oficialmente. Además, transportará señales de video a operadores de cable, brindará servicio de TDH (Televisión Directa al Hogar), de transmisión de datos y telefonía corporativos, y acceso a Internet por medio de antenas VSAT. El Ministerio de Planificación indicó que el satélite “brindará servicios de televisión digital, telefonía y datos en todo el territorio argentino, alcanzando las bases argentinas en la Antártida y las zonas alejadas que los operadores privados consideran económicamente no convenientes“.
El presidente de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT), Matías Bianchi, destacó que habrá “beneficios concretos”, como llegar a escuelas rurales u otros sitios a los que no se puede acceder a través de fibra óptica, además de bajar en forma progresiva las tarifas de telefonía celular, televisión por cable e Internet. “El satélite permitirá conectar puntos alejados, puntos de difícil acceso por tierra, que ahora se conectarán vía satélite”, dijo.
Un cohete portador Ariane 5 fue el que puso en órbita el ARSAT-1, junto con otro satélite de telecomunicaciones. Se trata del quinto lanzamiento de este año de un Ariane 5, que partió sin problemas del centro espacial europeo en Kourou. El cohete Ariane 5 puso en sus respectivas órbitas a los dos satélites, que juntos pesaban unos 9.300 kilogramos. El otro satélite que fue puesto en órbita es el Intelsat 30, que ampliará y garantizará el programa de entretenimiento para América Latina.