Durante una cadena radial. Foto Cortesía Municipio de Guayaquil
Guayaquil tiene el agua más barata del país. Así lo aseguró el alcalde de la ciudad, Jaime Nebot, en respuesta a algunas afirmaciones realizadas por el presidente Rafael Correa en su último enlace sabatino.
“Aquí no vamos a subirle la tarifa ni quitarle la tarifa subsidiada a las personas que consumen agua potable. Lo que queda probado es que cuando el señor (el presidente Correa) decía que esta era el agua más cara del país, ahora resulta es el agua de consumo humano más barata del país”, expresó Nebot durante una entrevista radial reproducida por varias emisoras este miércoles 11 de noviembre del 2015.
En alusión a las declaraciones del Mandatario de que la ciudad recibe agua de la presa Daule Peripa, construida con fondos del Gobierno, el Alcalde aclaró que Guayaquil “recibe agua del río Daule, muy próximo a la confluencia con el río Babahoyo para formar el Guayas. Esa infraestructura fue creada por Dios y no por gobierno alguno”. Esto por la ley que estipula que si alguien toma agua de una estructura como la Daule Peripa, hecha por el estado, debe pagar por esta agua.
Otra precisión, en base a lo indicado por Correa, es que en Guayaquil el agua no se desperdicia y sí se cobra. En Guayaquil hay una cobertura del 98% y el cobro real de las planillas es el 96%. “No hay en el país, en cobro de planillas, eficiencia de esa naturaleza. Esto no es como el gobierno con la empresa eléctrica y las pérdidas negras”.
Para explicar el por qué Quito, con menos usuarios, factura más que Guayaquil por consumo de agua, Nebot dijo que “el agua de Guayaquil es mucho más barata. Además, para el 80% de los usuarios domiciliarios, que son gente pobre, el agua está subsidiada; hay una tarifa social. Hay una justicia social de un subsidio cruzado, pero no pernicioso, no perjudicial para el operador, que mantiene bajo el régimen de subsidio a más del 80% de la población domiciliaria. El resto, el valor promedio, es de alrededor de 61 centavos, es una tarifa que sigue siendo de las más bajas del país”.
Y que también es falso que el agua se la regala a los empresarios. Aquí, dijo, en la categoría tarifaria empresarial se llega a los USD 3, “cinco veces más que el valor promedio y muchas más veces que el valor subsidiado”.
Según Nebot la ley está vigente y debe cumplirse, pero debe cambiarse porque si no va a significar una alteración del costo de todas las industrias que operan a base de agua, unas menos, otras más. “¿Qué va a pasar con las empresas que producen té, que producen agua, que producen colas, cervezas y con otras que no producen líquidos que se toman, pero que sí producen bienes cuyo proceso de fabricación implica agua? Ese impacto va a ser trasladado al precio”.