Teherán, DPA
Irán no informará a la agencia nuclear de Naciones Unidas acerca de sus nuevas instalaciones para el enriquecimiento de uranio antes de que estén en funcionamiento, según dijo hoy el jefe de la Organización Nuclear iraní, Ali Akbar Salehi.
“Teherán ha decidido no informar por anticipado al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) sobre sus nuevas instalaciones de enriquecimiento”, indicó Akbar a la agencia de noticias Mehr.
La decisión de rebajar las relaciones con el OIEA llegó después de que el organismo de la ONU aprobara, el mes pasado, una resolución contra la república islámica por ocultar información de su planta de enriquecimiento de Fordo, actualmente en construcción. Irán se defendió diciendo que ya había informado al organismo varios meses antes de la fecha límite que indica el acuerdo original.
El OIEA, por su parte, insiste en que un acuerdo más reciente obligaba a Irán a informar sobre sus instalaciones nucleares tan pronto como se decidiera construirlas. En respuesta a dicha resolución, dijo Salehi, Teherán no informará más por adelantado al OIEA.
En lugar de eso, solamente seguirá las regulaciones del Tratado de No proliferación Nuclear (NPT), que permite no dar información sobre la localización de nuevas instalaciones hasta unos meses antes de su fase operativa.
“No se dará información al OIEA, incluyendo la localización de las nuevas instalaciones, según está escrito en el NPT, hasta unos meses antes de la fase operativa”, matizó Salehi. Irán planea construir, al menos, 10 nuevas plantas de enriquecimiento, cuyo emplazamiento ya ha sido elegido para cinco de ellas.
En los círculos políticos iraníes se han producido declaraciones contradictorias. Por un lado, el parlamento pidió al gobierno que rebajara el nivel de cooperación con el OIEA y llamó a la retirada del NPT. Sin embargo, por otro lado, el Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que los futuros proyectos se realizarán bajo la supervisión del OIEA y que no se retirarán del tratado.
Los observadores creen que, especialmente después de la elección de Yukiya Amano como nuevo secretario del organismo nuclear internacional, Irán continuará cooperando con la ONU y no se arriesgará a mantener su aislamiento llevando la disputa nuclear con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania a otros foros.
Así, Salehi agregó que su país aún está dispuesto a llevar a cabo el acuerdo sobre el intercambio de uranio, pero advirtió de que tendrían en cuenta “otras opciones” si falla. Se refería al acuerdo con el OIEA, bloqueado por Irán, para que el uranio iraní de bajo enriquecimiento sea exportado a Rusia y Francia con el fin de ser trasformado en combustible nuclear para su uso en reactores de investigación.
El país islámico afirmó que este acuerdo todavía está abierto pero insistió en el hecho de que el procesamiento del uranio en combustible debe hacerse dentro de las fronteras iraníes. El ministro de Asuntos Exteriores, Manuchehr Mottaki, dijo el sábado que, incluso en suelo iraní, su país solo estaría preparado para intercambiar 400 kilogramos y no entre 1 200 y 1 440 kilogramos, que es la cantidad que se había estimado en el acuerdo.
Sin embargo, el OIEA y las potencias mundiales rechazaron la proposición de Irán de realizar el procesamiento del uranio dentro del país y le dieron de plazo hasta finales de año para aceptar el acuerdo. En caso contrario, habría nuevas sanciones.
A esto Teherán respondió argumentando que ellos tienen el derecho a buscar su desarrollo pacífico de energía nuclear, incluyendo el enriquecimiento de uranio, como firmantes del TNP y miembros del OIEA.
Irán también rechaza las acusaciones occidentales de estar trabajando en secreto en su programa nuclear para construir la bomba atómica.