Los pequeños hermanos, al igual que su padre, fueron trasladados al hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de la capital manabita. Foto: El Diario Manabita
Tenían 3 y 6 años de edad. Habían regresado de la escuela, cuando recibieron la visita de su padre en casa, ubicada en una ciudadela del cantón Portoviejo, en Manabí. Al mediodía del jueves 15 de junio del 2017 el silencio en la habitación inquietó a la señora que cuidaba de los pequeños.
Carlos C. había asegurado la puerta. Antes pidió una cinta de embalaje. Y poco después ya no escucharon sus voces.
Cuando lograron entrar, encontraron a los hermanos inconcientes, tendidos en el piso. Los niños habrían sido intoxicados por su padre, como lo han determinado hasta ahora las investigaciones de la Policía. El hombre intentó suicidarse.
Los dos hermanos, al igual que su padre, fueron trasladados al hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de la capital manabita, donde los médicos intentaron reanimarlos. Pero el pronóstico no era alentador.
“Llegaron en paro cardiorespitorio, aparentemente, por el efecto de drogas, anestésico y sedantes muy fuertes. Llegaron a las 12:30, desde ese momento se instaló el mecanismo de reanimación”, explicó Ebert Cedeño, director médico del hospital.
Los familiares de los niños se concentraron en los exteriores del área de Emergencias del hospital. Aguardaron con esperanza que su situación cambiara, aunque los médicos ya habían comunicado que los hermanos estaban clínicamente muertos, solamente conectados a equipos. “No entendemos lo que pasó”, dijo una tía de los pequeños.
Los menores permanecieron por casi tres horas en la sala de Cuidados Intensivos, donde fallecieron. Cedeño explicó que el fármaco que les inyectaron es, exclusivamente, de uso hospitalario. Según las indagaciones de la Policía, Carlos C. laboraba en un hospital de Portoviejo, donde habría conseguido el anestésico.
Personal de la unidad de Criminalística de la Policía y de la Fiscalía acudió a la vivienda para realizar el levantamiento de las evidencias.Uno de los agentes detalló que entre los objetos hallados había inyecciones y medicamentos, dice una publicación de El Diario Manabita.
El coronel Geovanny Ponce, jefe de la Subzona de Policía Manabí, informó que están recabando información para conocer cuál fue el motivo de esta fatal decisión. Ante los últimos asesinatos, relacionados con el entorno familiar, enfatizó que están desarrollando una campaña denominada ‘Sembrando valores’, para reducir el impacto de la violencia intrafamiliar en la provincia.
“Es lamentable que tengamos que ver estos casos tan dolorosos. Aparentemente, el padre les inyecta algunos medicamentos, vía intravenosa; y luego él también lo hace. Es lamentable que un padre actúe de esa forma, causar daño a quienes les dio la vida”, dijo.
Carlos C. continúa hospitalizado y bajo custodia policial. Su pronóstico es estable.