El pez depredador, cobia, es una especie que devora a otras especies marinas.
Los pescadores artesanales del país buscan respuestas a la escasa pesca que se registra en estos días frente a las costas del Ecuador.
Jimmy López presidente de la Federación de Organizaciones Pesqueras y Análogas del Ecuador (Fopae), asegura que la fuga de peces cobia (Rachycentron canadum) de una granja marina ubicada a 9 millas de Jaramijó en el centro de Manabí, sería una de las causas de la baja cantidad de peces de roca en los arrecifes coralinos frente a la costa del país.
Según López, la presencia de cobia ha sido reportada por pescadores en las cinco provincias del litoral ecuatoriano desde fines de agosto del presente año.
La cobia que fue introducida en el marco de un proyecto privado desde inicios del presente año. Es un pez voraz que depreda lo que encuentra de la fauna marina. Al parecer, esta especie fugó desde la granja marina y estaría depredando la vida marina en los arrecifes primarios que son las zonas de faena diaria de los pescadores artesanales, aseguró López.
Andrés Delgado, pescador artesanal de Crucita comenta que la cobia está apareciendo en las redes de pesca desde hace dos meses y medio. Son peces largos parecidos al bagre pero más grandes, son tan raros que cuando uno los lleva a la playa para venderlos la gente los mira y no pregunta por su precio, afirma Delgado.
En San Vicente, norte de Manabí también hay registros de la presencia de cobia. Alberto Vélez vive en la zona y asegura que sus compañeros de faena están confundidos por la presencia de este pez. “Su carne es blanca, abundante en grasa y tiene un sabor similar a la del cerdo, por eso a la gente no le gusta”.
Para Alberto Pozo de Santa Elena, cuando han capturado cobia y realizan el evisceramiento encuentran en sus estómagos calamares, camarones, restos de jaiba y hasta pedazos de malla.
Los pescadores agrupados en la Fopae se reunieron en Manta este 10 de octubre por la mañana y acordaron solicitar al Gobierno medidas para precautelar la fauna marina ante la presencia de la cobia. En la cita estuvo presente Daniel Soriano quien dijo ser parte de la Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria (Copisa).
Soriano, en torno al tema de la cobia dijo que llegó para escuchar las inquietudes de los dirigentes de la Fopae y señaló “que al parecer no hubo un plan de mitigación ambiental previo al inicio del proyecto de maricultura”.
El pasado 3 de octubre, en un boletín de prensa del Ministerio del Ambiente (MAE) se informó que presumiblemente a finales de agosto estos especímenes criados en cautiverio a 10 millas náuticas de Jaramijó salieron a mar abierto.
El comunicado refirió además que la gravedad del incidente radica en que la cobia es una especie oportunista que devora todo a su paso. En consecuencia, recursos como camarón, corvinas y otros peces pelágicos nativos, se encuentran amenazados.