Roberto Miño GarcésQuito no es un escenario listo para la aplicación de una medida como la de pico y placa. La congestión y con ella la inmovilidad de la capital es producida por las capas de rodadura en mal estado, la mala e insuficiente señalización, la absoluta carencia de control y el uso indiscriminado de las vías para estacionamiento vehicular.Como un ejemplo de lo último, invito cordialmente a observar la avenida 6 de Diciembre, una vía arterial de importancia, con vehículos estacionados en la orilla de las dos calzadas reduciendo la capacidad de la vía en el 34%, las avenidas Río Coca, De la Prensa, Diego de Vásquez, Colón, Napo, Mariscal Sucre, igual. De la misma manera, calles como la Bolivia, Las Casas, av. La Gasca, av. Mariana de Jesús, Río de Janeiro, Riofrío, etc… (un listado interminable) total falta de sentido común y de comprensión de que las vías son para circulación, para movilidad, no para estacionamiento, para estancamiento y la imprescindible necesidad de control a una creciente indisciplina ciudadana.Esto no constituye de ninguna manera oposición a la utilización de herramientas y estrategias para lograr la movilidad de la ciudad, solamente quiere ser un grano de arena, una contribución, una sugerencia de que paralelamente se realicen acciones, se desarrollen trabajos para que el escenario colabore positivamente para eliminar la inmovilidad que padece la ciudad de Quito.